Lewandowski no aceptó nada bien el cambio y montó el show

Lewandowski no entiende la dinámica de Flick de cambiarle en los partidos, sea cuál sea el resultado

La cara de Robert Lewandowski fue un poema cuando vio que Hansi Flick le retiraba del terreno de juego en el minuto 71 del partido contra el Borussia Dortmund. En ese momento el resultado era de 1-1, con el añadido de que el polaco no había marcado y de que se estaba enfrentando contra su exequipo y en el estadio donde empezó a fraguar su leyenda.

Flick, sin embargo, no lo dudó y sacó al delantero polaco del terreno de juego, al considerar que físicamente ya no aguantaba más y que necesitaba piernas frescas para seguir presionando la salida del rival y para seguir haciendo desmarques al espacio, para mover a los centrales y abrir espacios para Lamine Yamal.

El enfado de Lewandowski en Dortmund

Lewandowski no lo vio igual y se mostró serio y frío en el resto de partido, como sino fuera con él. El enfado iba por dentro pero quedó en evidencia en los 2 goles de Ferran Torres, que no supusieron ninguna alegría para un Lewandowski que no entiende ni acepta su nueva situación.

El polaco considera que está en plena forma, que ha encontrado la mejor versión. Flick, en cambio, no opina lo mismo y prefiere que eel delantero se exprima al máximo para después sustituirlo por otro jugador fresco, con Ferran Torres como principal recambio.

Lewandowski, unos números de escándalo

Robert Lewandowski, que tiene 36 años, considera que está en un momento óptimo. Esta temporada ya ha marcado 23 goles, 16 en la Liga y 7 en la Champions League, unos números espléndidos. A ello se añade su conocimiento sobre el fútbol de Hansi Flick, con el que ya había trabajado. 

A la hora de la verdad, sin embargo, al entrenador no le ha temblado el pulso. Contra el Mallorca, Lewandowski no disputó ni un solo minuto y contra el Betis y el Borussia Dortmund, a pesar de que el Barça no estaba ganando, fue substituido, algo que el polaco no había vivido nunca, ya que siempre había sido la gran estrella. Flick sabe que el delantero es voraz, que lo quiere jugar todo, por lo que al polaco no e quedará más remedio que asimilar su nuevo rol.