Laporta ya le ha comunicado que si el Atleti pone 70 millones será vendido de inmediato
En el Barça deben aceptar ventas dolorosas.
El Barcelona está mal; las finanzas del conjunto blaugrana no acaban de salir a flote. Las palancas de Joan Laporta han servido para ir reforzando al equipo, salvando todo tipo de obstáculos y evitando dejar de competir durante esta larga travesía por el desierto que han supuesto estos tiempos de vacas flacas. Ante esta situación, la directiva culé ya ha entendido que, si quiere sacar adelante la delicada economía del club, van a tener que asumir, como mínimo, una venta delicada. Una de esas que nadie quiere asumir y de las que, de forma inevitable, debilitan la capacidad competitiva del equipo.
En este sentido, el nombre que mejor se acomoda a esta definición es el de Fermín López. El canterano es uno de esos futbolistas queridos por todo el club. No hay nadie que no quiera a Fermín en el equipo. Es un futbolista que aporta en todos los aspectos del juego y, en cuanto a la faceta extradeportiva, no hay nada de lo que quejarse. Tiene una actitud impoluta, se dedica plenamente al fútbol y es un compañero excelente. De hecho, Flick está encantado con él. Sin embargo, podría acabar siendo el elegido para dejar el Barça en este mismo mercado de verano.
El Atlético de Madrid sueña con llevárselo
Con la venta de Rodrigo De Paul, en el Atlético de Madrid han comenzado a sondear el mercado en busca de un centrocampista de talento y capaz de realizar esfuerzos de forma repetida. Un perfil que responde perfectamente a lo que ofrece Fermín sobre el terreno de juego. La entrega es algo innegociable para el canterano blaugrana, que sabe que el Atleti está dispuesto a todo para llevarlo al Metropolitano.
Por su parte, Fermín ya sabe que en can Barça no se van a cerrar a su venta. Si los colchoneros ponen 70 millones encima de la mesa, su salida va a ser una realidad, pues, a pesar de que no hay nadie que quiera decirle adiós, la realidad económica es la que es y Fermín lo entiende perfectamente. De modo que si existe la opción de cerrar una gran venta, se va a cerrar.
Así pues, por mucho que pese al vestuario, al propio club y a Hansi Flick, la venta de Fermín puede acabar siendo un mal necesario de cara a garantizar la viabilidad de las finanzas del Barça.