Lamine Yamal presiona para que se quede porque, a pesar de no tener nivel Barça, es su mejor amigo
El ‘10’ del Barça quiere que una de sus manos derechas del vestuario se quede
Lamine Yamal ha dado un paso al frente por uno de sus mejores amigos dentro del vestuario: Héctor Fort. Según fuentes internas, Lamine ha pedido expresamente a la directiva y a Flick que le den otra oportunidad, a pesar de que el lateral derecho no ha convencido lo suficiente en la pretemporada. La cercanía entre ambos va más allá del césped: formaron parte de varias generaciones en La Masía y compartieron vestuario desde la infancia.
Sin embargo, la situación deportiva de Fort es complicada: no alcanza el nivel exigido por Flick y el club ya le ha trasladado que podría salir cedido o traspasado, en función de las ofertas que lleguen y su necesidad de minutos. Nada garantiza su continuidad, incluso si su mejor valedor sigue siendo el ídolo azulgrana en ciernes. A Lamine no le basta el talento y la historia compartida: pide gestión emocional, apoyo y confianza para su amigo.
Realidad del club: amistad valiosa, pero resultados imprescindibles
El Barça vive una temporada post‑doblete con objetivos claros: construir un bloque compacto, competitivo y sin sobrepeso salarial. En ese contexto, Fort no ha sumado ni continuidad ni rendimiento. Flick tiene claro el perfil que busca: lateral confiable, con físico, polivalencia y trabajo defensivo constante. Fort, pese al apoyo de Lamine y su arraigo en La Masía, se ha quedado corto en ese pulso.
Deco y Flick han analizado posibles salidas que no comprometan el futuro del jugador, ofreciendo cesión con opción a recompra o traspasos con destino LaLiga o el extranjero. El mensaje es transparente: la amistad puede ser un valor intangible, pero no garantiza un sitio cuando el equipo exige rendimiento inmediato. Lamine lo sabe, y por eso ha demostrado su lealtad, aunque también es consciente de que esa defensa no puede ser eterna si los resultados no llegan.
El Barça no está por la labor de apostar por la continuidad de Héctor Fort
Pero la balanza pesa más del lado profesional: la continuidad de Fort depende de su evolución inmediata. Flick y la directiva han transmitido que la puerta sigue abierta, pero sin blindajes emocionales. Lamine presiona desde la lealtad, pero el rendimiento deportivo sigue siendo el único argumento definitivo. En este Barça exigente y competitivo, valen más los resultados que las simpatías.