Lamine Yamal hay días que no puede ni levantarse de la cama

La pubalgia que arrastra el joven extremo del FC Barcelona le resta rendimiento y preocupa al cuerpo técnico de Hansi Flick

Para un jugador de la proyección de Lamine Yamal, la pubalgia es más que una molestia: es un muro invisible que reduce su capacidad de desplazamiento, disparo y prospección ofensiva. Según el traumatólogo Pedro Luis Ripoll, la dolencia le resta “casi un 50 % de su capacidad para moverse y chutar”.

El propio Barcelona ha reconocido que el joven futbolista ha estado “incompatible con entrenar a pleno rendimiento” y que en algunos días “ni podía levantarse de la cama, con el dolor en el pubis y en la ingle”. Esta situación ha derivado en una bajada de rendimiento que ya se refleja en su participación: en las últimas ocho jornadas ha disputado 621 minutos, solamente cinco veces ha jugado los 90 minutos, y sus aportaciones ofensivas (3 goles y 5 asistencias) contrastan con su explosión anterior.

El lastre invisible de la pubalgia

Flick y los servicios médicos del club están al límite: saben que tratar la pubalgia es complicado, que no es una lesión pasajera, y que si se fuerza el regreso pueden desencadenarse recaídas. La presión por su vuelta es grande, pero la prudencia es mayor: “Esto no se cura en una semana”, advirtió Flick públicamente.

Para el Barcelona, el mensaje es rotundo: talento habrá, pero sin enfoque, disciplina y salud no hay garantía. Y para Lamine Yamal, la actuación más difícil de esta temporada ya no es marcar goles, sino recuperar su mejor versión sin pagar el precio de su proyección.

Toques de atención de Flick por fuera del campo

Pero no solo la lesión está en el centro de la polémica. Hansi Flick ha mostrado su preocupación por la concentración de Yamal, su actitud fuera del campo y su vida extradeportiva, que “desvía” la atención del trabajo. Tras varios gestos que no han gustado al técnico y al vestuario —como su reincorporación temprana tras la selección española con dolor y falta de descanso—, Flick le ha dejado claro: “Con talento no basta, quiero implicación, sacrificio y responsabilidad”.

La mezcla de dolencia física y sensaciones menguadas, junto a la vida pública del joven extremo, está afectando al clima interno del Barça. En el entorno azulgrana se comenta que si Yamal no frena esta deriva, podría perder no solo parte del protagonismo en el equipo titular, sino también la oportunidad de consolidarse sin distracciones.