Lamine Yamal está teniendo problemas que van a más con Lewandowski

La relación entre Lamine Yamal y Lewandowski cada vez está más deteriorada

Hace meses que corre el rumor que entre Lamine Yamal y Robert Lewandowski no hay química. Todo saltó por los aires la temporada pasada, cuando se hicieron virales unas imágenes en las que el delantero polaco le recriminaba al extremo que no le pasara un balón. Lamine era entonces un recién llegado al primer equipo, por lo que bajó la cabeza y asumió la bronca de la estrella.

Ahora, en cambio, Lamine Yamal es la estrella del Barça, por encima de Lewandowski, por lo que no le va a permitir que le trate de la misma manera. El extremo se está empezando a cansar de las malas caras del polaco, una situación que está cerca de ser insostenible.

La relación entre Lamine Yamal y Lewandowski va a peor

Y es que Lewandowski, a pesar de estar firmando un inicio de temporada espectacular a nivel goleador, Lewandowski. No hace los desmarques que le pide Flick ni presiona todo lo que marca el entrenador en la previa de los partidos. Todo ello perjudica al equipo y, especialmente, a Lamine Yamal, que no tiene los espacios que debería y que debe multiplicarse a la hora de presionar.

Esta situación ha provocado alguna que otra conversación entre ambos jugadores y la respuesta de Lewandowski siempre ha sido la del delantero endiosado que en su día le metió la bronca a Lamine Yamal.

Raphinha también se las tiene con Lewandowski

El problema se ha acrecentado con el paso adelante dado por Raphinha esta temporada, ya que el extremo está rindiendo a un nivel espectacular. El brasileño también había recibido en el pasado recriminaciones de Lewandowski y ahora es él el que se las está devolviendo. El otro día, en el partido contra el Las Palmas, ya se vieron algunas malas caras de Raphinha por la poca movilidad de Lewandowski, por lo que la situación va camino de ir a peor en el segundo tramo de la temporada.

Lewandowski, por su parte, va por libre, ya que sabe que mientras siga marcando goles nadie le podrá toser. Lo que pueda ocurrir en verano ya es otra cosa muy diferente.