Lamine Yamal dispara las alertas, el entorno habla de problemas fuera, piden ayuda
Su entorno pide ayuda ante una situación que preocupa al Barça
El FC Barcelona vive días de inquietud por Lamine Yamal, cuya temporada se ha visto seriamente afectada por una combinación explosiva: una pubalgia que no termina de remitir y una vida extradeportiva que ha tensado al vestuario y al cuerpo técnico. Lo que debía ser el año de su consolidación como estrella se ha convertido en un cúmulo de señales de alarma que han obligado a su entorno más cercano a pedir ayuda para reconducir la situación.
La situación estalló hace apenas una semana, cuando Lamine fue visto de fiesta un lunes y un jueves en discotecas del centro de Barcelona. Las imágenes circularon rápidamente y reforzaron la preocupación del club, que ya trabaja con su familia y asesores para controlar el entorno del futbolista.
Tensiones con Flick y rechazo en el vestuario
La pubalgia ha limitado su explosividad y continuidad, pero los problemas van más allá de la parte física. Según fuentes internas, Lamine ha mantenido varios desencuentros con Hansi Flick, quien no aprueba su actitud en los entrenamientos ni su falta de descanso. Parte del vestuario —especialmente los jugadores más veteranos— tampoco ve con buenos ojos sus hábitos nocturnos.
Solo Alejandro Balde y un par de compañeros mantienen una relación de apoyo cercano con él, mientras que otros empiezan a dar por perdido al joven si no cambia rápidamente. La tensión llegó a tal punto que Flick quiso dejarlo fuera del once en varios partidos por indisciplina, pero Laporta y Deco intervinieron, pidiendo paciencia y defendiendo su presencia para evitar un conflicto mayor y proteger el valor del jugador.
Último margen de maniobra para enderezar su carrera
A sus 18 años, Lamine Yamal tiene aún todo el margen del mundo para reconducir su trayectoria, pero también todo el riesgo de arruinar un talento excepcional si no se toman decisiones inmediatas. El Barça teme que el cóctel entre lesiones, fama temprana y vida nocturna erosione su progresión.
El club, su entorno y los pocos aliados que le quedan dentro del vestuario coinciden en un mensaje: o cambia ya, o su explosión como estrella puede quedarse en un espejismo prematuro.