Hansi Flick se va a las vacaciones de Navidad con una sensación muy agridulce en la boca. El entrenador del Barça terminó satisfecho con el partido que firmó el equipo contra el Atlético de Madrid, aunque al mismo tiempo está desesperado con algunos jugadores, que no le están ayudando a revertir la situación para no perder el tren de la Liga.

Tanto es así que el entrenador alemán ya ha decidido que 4 jugadores van a perder protagonismo en la segunda vuelta de la temporada, con el objetivo de sacárselos de encima en verano si no cambian de actitud.

La desidia de De Jong y Balde

El primer señalado es Frenkie de Jong. Flick estaba convencido de que iba a recuperar la mejor versión del neerlandés, que lo iba a convertir en el Kimmich del Barça, la brújula, por lo que alucinó cuando, al llegar al Barça, le alertaron de que De Jong no era el jugador que parecía, que se implicaba poco. Desgraciadamente, Flick ya ha podido comprobar que De Jong va a su bola, que no es de fiar, por lo que le ha hecho cruz y raya, como se demostró contra el Atlético de Madrid.

La otra gran decepción para Flick ha sido Alejandro Balde, que es titular indiscutible por el simple de no tener su sustituto de garantías. El entrenador lo ha intentado, pero la irregularidad del lateral, capaz de lo peor y de lo mejor, le desespera, en parte por la falta de ambición de un Balde al que parece que todo le da igual. Flick está rebuscando en la cantera, mientras que le ha pedido a Deco un lateral izquierdo para la temporada que viene.

Ansu Fati y Dani Olmo preocupan

El tercer jugador es  Ansu Fati, que ya le ha demostrado a Flick ser otro futbolista con poca ambición. El delantero, que estaba fuera del Barça a principios de verano, se quedó por orden de Flick, que no ha sido recompensado. Más allá de la lesión que ha sufrido Ansu Fati, el delantero sigue sin la chispa necesaria, en parte porque no confía en volver a ser el de antes.

Y el cuarto de la lista, aunque en otro nivel, es Dani Olmo, que ha bajado sorprendentemente su rendimiento. El de Terrassa, con problemas físicos para poder aguantar cargas continuas, ya no es aquel mediapunta diferencial del principio de temporada, hasta el punto de ser suplente contra el Atlético de Madrid. Si no da un paso al frente, Fermín López le empezará a quitar protagonismo.