Joan Laporta, muy duro, el Barça está jugando con 10

Los últimos malos resultados del Barça están empezando a generar tensiones en el club por el rendimiento de algunos jugadores

La derrota contra el Leganés ha hecho mucho daño en el Barça. Parecía que la gran victoria contra el Borussia Dortmund había puesto el punto y final a la crisis de resultados, por lo que el golpe ha sido muy duro. Lo que tenía que ser un partido para confirmar el cambio de rumbo y dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid, se convirtió en otra derrota inesperada y con un +1 para el equipo de Carlo Ancelotti, que el sábado había empatado contra el Rayo Vallecano.

Y uno de los jugadores señalados ha sido Iñaki Peña, que de nuevo se convirtió en un portero del montón. El alicantino no comete errores de bulto, pero tampoco hace grandes paradas, lo que hace creer al Barça que Hansi Flick debería empezar a pensar en darle una oportunidad a Szczesny, que todavía con ha debutado con el equipo.

Iñaki Peña, sin paradas de gran portero

Y es que el gol de Sergio González, que acabó cambiando todo el partido nada más empezar, era un remate que un portero de la élite habría podido parar. Fue un remate tenso, pero bastante alejado de la portería. En la repetición se aprecia como Iñaki Peña tarda en reaccionar, salta tarde, por lo que solo puede rozar el balón con la yema de los dedos, insuficiente para despejarlo.

En el Barça consideran que otro portero, de mayor categoría, lo habría despejado, lo que habría cambiado el portero por completo. Y esta sensación se viene repitiendo en prácticamente todos los goles que encaja el equipo blaugrana. No son errores, ya que el portero no falla, aunque la sensación es que podría hacer algo más.

Szczesny no entiende por qué le ficharon

Por otro lado, en el club saben del enfado de Szczesny, que estaba retirado del fútbol y viviendo con su familia en Marbella cuando aceptó fichar por el Barça. El portero polaco no entiende nada, ya que volvió a los entrenamientos porque le aseguraron que iba a ser titular.

De hecho, el portero polaco no descarta rescindir su contrato en este mercado de invierno, ya que no considera normal estar hasta junio sentándose en el banquillo, un partido tras otro.