Íñigo Martínez está siendo muy criticado en el vestuario del Barça

El mal partido de Íñigo Martínez contra el Leganés genera dudas dentro del vestuario

En el Barça las sonrisas y bromas ya no son la nota dominante. Los malos resultados obtenidos en la Liga en las últimas jornadas, en las que el equipo blaugrana va de tropiezo en tropiezo, están empezando a generar tensiones y críticas, hasta el punto de que el equipo de gala que parecía inamovible empieza a tambalearse.

Uno de los jugadores más criticados es Alejandro Balde, que contra el Leganés firmó una actuación muy irregular. El lateral, sin embargo, no es el único, ya que también empiezan a surgir voces críticas con el nivel que está dando Íñigo Martínez en los últimos partidos.

Íñigo Martínez está pagando caro el exceso de minutos sin descansos

El central vasco, sorprendentemente regular en su inicio de temporada, se ganó la confianza de Flick. El problema es que Íñigo Martínez no está rindiendo igual en las últimas jornadas, al no estar acostumbrado a acumular tantos minutos seguidos, un bajón que el Barça está sufriendo. El central ya no llega al corte como antes ni tira bien la línea del fuera de juego, fallos que están costando puntos.

A todo ello se añade el retorno de Ronald Araujo, con mucho peso en el vestuario, y que va a hacer todo lo posible para ser uno de los dos centrales titulares del equipo.

Hansi Flick no confía en la disciplina táctica de Ronald Araujo

Dentro del vestuario, por ejemplo, no se entiende que Pau Cubarsí descansara antes que Íñigo Martínez. Contra el Leganés, el central catalán se quedó en el banquillo, siendo sustituido por Eric Garcia, que no desentonó. Íñigo Martínez, en cambio, sufrió muchísimo en las transiciones del Leganés, además de llegar tarde en varias pelotas divididas.

Hansi Flick sabe que Araujo debe volver, aunque teme que el uruguayo, poco amigo de seguir la pizarra, no ejecute bien el fuera de juego, lo que acabaría siendo un suicidio deportivo, Al mismo tiempo, Íñigo Martínez debe descansar, coger oxígeno, un grave dilema que debe resolver lo antes posible, ya que el sábado llega el Atlético de Madrid y el Barça no se puede permitir otro pinchazo más.