Hansi Flick ya ha sido advertido de que si no lo pone en el once se irá en enero

De Jong se ha convertido en el único titular en el mediocentro

La base del Barça de Hansi Flick es, sin lugar a dudas, su medular. El conjunto blaugrana se ha acostumbrado a articular su juego a través de sus dos mediocentros, Pedri y Frenkie De Jong, que tienen como principal labor la de iniciar las jugadas ofensivas del equipo y, a su vez, de ser el primer bastión defensivo del equipo. De hecho, Pedri y De Jong son los principales recuperadores de balones de la plantilla. Se han especializado en esa labor en defensa y la llevan casi a la excelencia. Además, en ataque han demostrado que su entendimiento es total y forman una dupla que, a ojos de Flick, es inmejorable.

Ante esta situación, hay un nombre que sale gravemente perjudicado de la ecuación. Se trata de Marc Casadó. El pivote formado en La Masía se convirtió, en el comienzo de la pasada temporada, en una pieza innegociable en el once del Barcelona. Jugó más de un Clásico y lo hizo con un nivel extraordinario. Sin embargo, una vez De Jong entró en buen estado de forma, acabó completamente excluido del once del Barcelona. Un patrón que estamos volviendo a ver este año.

Casadó no quiere un año en blanco

La realidad es que, a pesar de que su amor por el Barça es algo absolutamente innegable, Casadó debe poner por delante de todo su carrera deportiva. Y parece que si sigue en el Barcelona va a echar a perder un año entero. Todo esto, a menos que haya alguna baja que obligue a Flick a cambiar cosas en el once. Algo que el alemán, salvo obligación, no va a hacer, ya que está enamorado de lo que le aporta De Jong en la posición de pivote.

Todo esto habría acabado llevando a Casadó a tomar una decisión muy difícil. Ha visto que De la Fuente ya no lo convoca y eso es un síntoma muy claro de que debe jugar muchos más minutos para ser importante. Por lo que la decisión es clara. Si llegado el mes de enero su situación no ha cambiado, va a tener que dejar el Barcelona, en una decisión que tomará con la cabeza, ignorando el corazón.

Así pues, ante la amenaza de tener que pasar un año completamente en blanco en el banquillo del Barcelona, Marc Casadó ya ha decidido que si debe hacerlo, va a dejar el club en enero, en busca de oportunidades.