Hansi Flick quiere dejar a Lamine Yamal en el banquillo durante un mes

El estado físico de Lamine no es el adecuado

Hansi Flick ha tomado una decisión drástica para proteger a su joven estrella. El técnico del FC Barcelona quiere dejar a Lamine Yamal en el banquillo durante un mes entero para que el jugador se recupere completamente. La preocupación por el estado físico del extremo es máxima, y el Clásico sirvió como la prueba definitiva de su necesidad de descanso.

En el duelo contra el Real Madrid, se vio que Lamine no está físicamente al nivel que requiere su explosivo juego. El jugador necesita descansar y recuperarse bien de la pubalgia que viene sufriendo desde hace tiempo. Flick considera que forzarlo solo alargará la lesión y afectará su rendimiento en el tramo clave de la temporada.

El uno contra uno de Lamine ya no funciona

El bajo rendimiento de Lamine Yamal se explica por su disminución física. El joven extremo no está rápido, no está ágil y, lo más preocupante, no puede ganar a sus rivales en el uno contra uno, que es su mayor virtud. En el Clásico, no ganó ni un duelo a su marcador, dejando claro que no está en su nivel. Esta evidencia ha convencido a Flick de que la única solución es parar. El alemán quiere dejarlo en el banquillo durante un mes entero para poder recuperarlo en plena forma y evitar que una lesión crónica arruine el resto de su temporada.

El objetivo de Flick pasa por recuperar la mejor versión

El objetivo del entrenador es sacrificar la presencia de Lamine ahora para asegurar que esté al 100% en los partidos decisivos de la segunda mitad de la temporada. Flick no piensa arriesgar el futuro de una pieza tan vital del proyecto y prefiere ser criticado ahora por sentarlo que lamentar una lesión grave más tarde. El Barça necesita a un Lamine desequilibrante, y el camino pasa por el descanso total.

Así pues, Hansi Flick quiere dejar a Lamine Yamal en el banquillo durante un mes entero porque el jugador no está físicamente bien y necesita recuperarse de la pubalgia para volver a ser el extremo decisivo en el uno contra uno.