Hansi Flick, obligado a una revolución en el Barça, porque no va a llegar a enero

Si las cosas no cambian, Flick podría caer antes de lo esperado

Con el comienzo de esta nueva temporada, se esperaba mucho de Hansi Flick y el Barça. El técnico alemán demostró, el año pasado, que es capaz de llevar a la joven e inexperta plantilla del Barça hasta lo más alto, o al menos hasta el escalón previo a lo máximo, que para todos es la final de la Liga de Campeones. Sin embargo, en esta segunda temporada al frente del equipo, Hansi Flick ha visto cómo las cosas no acaban de ir como deberían y el rendimiento de la plantilla blaugrana está muy lejos de ser el esperado.

Ante esta situación, desde la directiva culé ya le habrían trasladado al propio Hansi Flick que debe intervenir para cambiar de forma radical la situación en la que se encuentra el equipo. Y es que si el alemán no es capaz de revertir la realidad que vive el Barça y vuelve a conseguir resultados con un gran juego colectivo, es muy consciente de que puede acabar perdiendo el puesto antes de lo previsto y esperado por todos. El Barça no espera a nadie.

Hansi Flick prepara una revolución para el Clásico

Las cosas deben cambiar profundamente y Flick lo sabe muy bien. El técnico alemán no considera que sea sostenible esta situación y ya ha diseñado un nuevo esquema con el cual el equipo sea capaz de sostenerse mucho mejor y sin ser un constante coladero. Y todo va a pasar por aplicar cambios profundos en la delantera y un par de matices tácticos a la defensa.

En este sentido, ni Lewandowski ni Rashford van a ser titulares. Ambos jugadores tienen gol de sobra y capacidad para ser diferenciales. Sin embargo, si contra el Madrid no se presiona bien, el resultado puede ser un completo drama para los culés. Y es por esto que tanto Ferran como Raphinha van a ser de la partida. Ambos son muy buenos en el trabajo de presión y pueden marcar la diferencia.

De este modo, con el esfuerzo constante y acertado de todos los jugadores de ataque, Hansi Flick espera que Bellingham y Güler no puedan recibir con tiempo para pensar y hacer llegar el balón en profundidad a sus atacantes, que se van a encontrar a una defensa algo más atrasada y preparada para frenar los ataques por banda, que luego buscan el pase al centro. Una jugada que ha hecho mucho daño en este inicio. Flick sabe que si no lo arregla, no se come los turrones.