Hansi Flick, harto de sus indisciplinas, ha pedido a Deco que lo venda inmediatamente

Hansi Flick comienza una nueva temporada con el objetivo claro de mejorar lo que su equipo hizo en la pasada campaña. Esto implica, de forma inevitable, llegar, como mínimo, a la final de la Liga de Campeones y reeditar el buen papel en Liga y Copa del Rey. Unos objetivos que, para cumplirse, el Barça debe tener a su plantilla completamente centrada en el fútbol y en mostrar su mejor versión en cada uno de los partidos del equipo. Es por este motivo que Flick, lejos de relajar las medidas contra las indisciplinas, ha ido con todo y ha mostrado que este año va a ser todavía más contundente.

Una buena muestra de ello ha sido la contundente y rápida decisión que Flick ha tomado sobre Héctor Fort. El canterano nunca ha sido un jugador especialmente fiel a la disciplina ni a tener un comportamiento ejemplar. De hecho, con Lamine Yamal, es uno de esos versos libres del vestuario a los que las cámaras les gustan de más, lo que ha llevado a Hansi Flick a tomar una decisión muy dura con él.

Deco ya tiene órdenes de vender a Fort

Según hemos podido saber, Héctor Fort no llegó a la hora acordada para las primeras revisiones médicas y físicas de la temporada. El retraso fue de pocos minutos. Sin embargo, para Hansi Flick fue una clara demostración de que no está enfocado en el fútbol y ha optado por castigarlo con el peor de los castigos posibles: lo quiere fuera del equipo antes de que comience la gira del Barça por Asia. Una petición que Deco aceptará sin problema alguno.

Y es que, con Fort se han juntado el hambre con las ganas de comer. El canterano ya no entraba en los planes iniciales de un Hansi Flick que solamente recomendó al club que lo cedieran. Sin embargo, esta grave indisciplina ha hecho que Flick dé la orden de que sea, como mínimo, cedido, aunque no se ha puesto de espaldas a la venta del jugador, cuyo potencial puede hacer que el Barça se lleve un buen ingreso económico.

Así pues, con Héctor Fort, Hansi Flick ha demostrado al vestuario que no piensa pasar ni una indisciplina. Nada de retrasos ni de excusas, con el alemán, la puntualidad es algo innegociable.