Gavi no acepta la suplencia y se convierte en un problema en el vestuario del Barça
La falta de minutos de Gavi provoca un grave problema en el vestuario del Barça
Después de ser suplente en el Mallorca-Barça de entre semana, Gavi estaba convencido de que en el Benito Villamarín iba a ser titular, contra el Betis de Manuel Pellegrini. El partido era muy importante para él, muy emotivo, por lo que entró en cólera cuando vio que Hansi Flick, por segunda jornada consecutiva, lo dejaba sentado en el banquillo, para darle solo el último cuarto de hora.
Porque Gavi considera que ya ha terminado su periodo de recuperación, ya ha cogido el ritmo de competición después de su larga baja, por lo que sus suplencias se basan únicamente en temas deportivos, ha dejado de ser un jugador fundamental.
Flick considera a Gavi un jugador para la rotación
Hansi Flick, sin embargo, se muestra inflexible. Tiene su plan y no lo va a variar. Pedri y Marc Casadó son insustituibles, los pilares del centro del campo, por lo que entre Gavi, De Jong, Fermín López y Dani Olmo se deben disputar la tercera posición del centro del campo.
Gavi, pues, debe entender que no va a ser titular indiscutible, que deberá sentarse en el banquillo muchas más veces de las que creía, a lo que se añade que su ritmo, aunque es alto, todavía no es el óptimo. Y la condición física es fundamental en la pizarra de Flick, ya que la presión avanzada y constante es una de las claves para que el engranaje funcione.
Gavi entrará en el mercado si sigue como hasta ahora
El problema es que Gavi tiene peso en el vestuario, por lo que su enfado podría alterar el buen funcionamiento del grupo, que hasta la fecha confía ciegamente en los planes de Flick.
El Barça considera que Gavi es un jugador fundamental, una pieza importantísima, pero no se va a permitir que el andaluz haga la guerra por su cuenta, hasta el punto de plantearse un traspaso en verano si sigue como hasta ahora. Gavi tiene un gran cartel en Europa y su traspaso arreglaría los problemas financieros del Barça, Todo está en manos del centrocampista, que debe aceptar su nuevo rol o buscarse una salida. No habrá concesiones.