El vestuario del Barça desinfla el globo de Lamine Yamal
Surgen muchas voces críticas en la esfera azulgrana sobre los posibles logros del ‘10’ del Barça
Pese a su fulgurante irrupción y su impacto en el Barça, dentro del vestuario empieza a verse un clima de escepticismo respecto a si Lamine Yamal ya ha hecho méritos para aspirar al Balón de Oro. El aislamiento de su figura comienza a notarse: compañeros más experimentados y exfutbolistas opinan que, aunque es un talento indiscutible, aún le quedan años para pelear por el premio individual más importante del fútbol mundial.
Destaca la opinión de Sergio Busquets, leyenda del club, que dejó claro su apoyo a Ousmane Dembélé, no a Yamal, cuando fue preguntado por su candidato al Balón de Oro 2025. A pesar de afirmar que el canterano “también lo merece”, Busquets optó por Dembélé por su “regularidad y rendimiento” en una temporada sobresaliente con el PSG y campeón de Europa.
Más allá del brillo: ¿presión innecesaria para Yamal?
El fenómeno Yamal ha sido encumbrado como símbolo del renacer azulgrana, pero en este punto empiezan a emerger voces que alertan sobre la “sobreexposición prematura”. En los entrenamientos y los pasillos del Camp Nou se menciona la importancia de que mantenga los pies en la tierra. Su impulso natural, en algunos casos, contrasta con lo que se espera de una plantilla unida, sin individualismos exacerbados.
A esto se suma el efecto que su visibilidad tiene sobre otros compañeros, a quienes se les atribuye cierto recelo por su protagonismo desmedido. Aunque el entorno no lo verbalice, la tensión crece porque el vestuario valora el equilibrio y no está dispuesto a sacrificar la armonía por seguir a una promesa aún en construcción.
División entre el entorno de Yamal y el club
Esta postura no es anecdótica. Genera malestar en el entorno de Yamal porque pone en evidencia que dentro del club no todos comparten la narrativa externa. El joven extremo, protagonista mediático del Barça, ve cómo su figura se diluye frente al criterio colectivo de quienes miran la trayectoria completa, no solo los destellos de talento.
Lamine aún tiene margen para crecer: su madurez, la constancia a lo largo del año y el comportamiento dentro y fuera del campo serán los factores clave de cara al futuro. Ganar el Balón de Oro puede ser una meta real más adelante, pero por ahora, los que realmente conocen el vestuario, no están convencidos de que ya haya llegado ese momento.