El Barça se ha hartado con De Jong, tiene cinco días para responder o se va a la grada
La renovación del neerlandés se ha convertido en un tema muy delicado
Hace ya varios meses que se viene hablando de la renovación de Frenkie De Jong como una cuestión de pequeños detalles. El neerlandés siempre ha dejado muy claro que su deseo es el de seguir en el Barça. Por este motivo cambió de agente y ha hecho claros movimientos para evidenciar que su voluntad no es otra que la de seguir defendiendo la camiseta del club por muchos más años. Sin embargo, la realidad es que parece que esta renovación se está atascando mucho más de lo previsto. Una situación que no gusta nada a la directiva culé.
Joan Laporta ya dejó muy claro que el club no va a aceptar que jugadores importantes en último año de contrato jueguen con el equipo. La directiva considera que este tipo de situaciones hacen que los futbolistas no estén plenamente centrados en su rendimiento y que no estén al nivel necesario. Por lo que dio la orden de dejar en la grada a aquel que no resuelva su futuro antes de la finalización del mercado. Por lo que a De Jong se le acaba el tiempo.
Si no firma, De Jong se va a la grada
En Can Barça nadie duda de que De Jong es un jugador estructural para Hansi Flick, que ha recuperado la mejor versión del neerlandés y se ha ganado el derecho a seguir en el equipo como un titular indiscutible. Sin embargo, para que esto pase, debe sentarse y firmar el acuerdo que extienda su vinculación con el Barcelona durante unos años más. Si no da ese paso cuanto antes, la situación puede derivar en un castigo severo, enviando a la grada a una pieza que Flick va a necesitar sí o sí.
Es por este motivo que De Jong y su entorno ya saben que tienen cinco días para sentarse en las oficinas del club y firmar el nuevo contrato. Si esto no pasa, van a tomar medidas duras, sin importar que sea De Jong u otro jugador.
Así pues, en el Barça, hartos de que jueguen con ellos, han decidido que van a empezar a ser intolerantes con esta situación. De modo que, si un jugador no llega a un acuerdo con el club para finalizar su contrato, como es el caso de Christensen, se va a ir directamente a la grada.