El Barça no puede pagar 30 millones por Rashford
Rashford convence a Flick, pero su precio frena al club
La irrupción de Marcus Rashford en el sistema de Hansi Flick ha sido una de las mejores noticias de la temporada para el FC Barcelona. El delantero inglés, cedido con opción de compra, ha encajado rápidamente en los planes del técnico alemán, ofreciendo algo que el equipo necesitaba desde hace tiempo: profundidad, velocidad y amenaza constante al espacio. Sin embargo, su continuidad más allá de junio es un tema que preocupa en los despachos del club.
La dirección deportiva considera que, aunque el perfil del jugador encaja y ofrece un rendimiento notable, la operación no es sostenible. Con necesidades urgentes en otras posiciones —como el pivote y el lateral—, el club no está dispuesto a asumir un pago elevado por un futbolista que llegó como refuerzo temporal.
Rendimiento notable bajo Flick
Rashford ha mostrado números sólidos desde su llegada: goles decisivos en Liga, aportación en asistencias y una participación ofensiva que complementa a la perfección a Lamine Yamal y Lewandowski. Su capacidad para romper líneas, su físico y su lectura táctica lo han convertido en un recurso imprescindible para Flick, que ha encontrado en él un perfil que hacía años no tenía en la plantilla.
El técnico valora especialmente su adaptación inmediata, su disciplina en la presión y la facilidad con la que genera situaciones de peligro cuando recibe en conducción. Sus actuaciones han convencido al cuerpo técnico y a buena parte del vestuario, que ve en él una pieza ideal para la nueva etapa deportiva.
Una operación demasiado cara para la economía blaugrana
Pese al buen rendimiento del inglés, el problema es estrictamente económico. El acuerdo de cesión incluye una opción de compra cercana a los 30 millones de euros, cifra que el Barça no puede asumir actualmente sin comprometer otras operaciones prioritarias en verano.
Además, Rashford mantiene un salario alto en su club de origen, lo que supondría un esfuerzo salarial importante para una entidad que sigue condicionada por el fair play financiero. Por ahora, el Barça valora agradecer su aportación durante la cesión, pero no ejecutar la compra. Flick lo quiere, el jugador está cómodo, pero la realidad económica vuelve a imponerse sobre el deseo deportivo.