Koeman, Xavi y el hilo de vida del Barça... con el Clásico al caer

El club blaugrana arrastra un déficit enorme y el Galatasaray puede abrir una nueva brecha

El FC Barcelona de Xavi Hernández ha cambiado su cara y ya es uno de los equipos de LaLiga más en forma, sino el que más, aunque el empate a cero ante un débil Galatasaray en la ida de octavos de final de la Europa League arrastra al club a fantasmas del pasado, esos que alimentó Ronald Koeman, fueron engordados por el mismo Xavi y tienen en el Clásico un serio peligro de explotar.

Es verdad que hasta el día de ayer, que dejó frío al barcelonismo, las últimas semanas habían sido de tranquilidad y optimismo en Can Barça: llegaban las victorias, algunas de mucho mérito (como la goleada en el Diego Armando Maradona ante el Nápoles) y el equipo jugaba bien y encontraba puerta. Como decimos, hasta ayer. Tengan en cuenta que el equipo turco es duodécimo en la liga otomana, con un balance muy pobre últimamente.

Es más, los de Estambul han perdido en los últimos diez partidos, cinco, recibiendo en varias ocasiones más de cuatro goles, como ante el Tuzlaspor, que les metió seis, o ante el Hatayspor, que goleó por 4-2 al rival del Barça en la Liga Europa. De hecho, el empate de ayer en el Camp Nou es el único resultado positivo de los turcos últimamente, donde a las derrotas enumeradas hay que sumar tres empates y solo dos victorias, frente al Rizesopr y el Göztepe, ambas por la mínima. 

Dicho lo cual, toda la armonía generada en las últimas jornadas por los culés deja asomar que el equipo sufre por un hilo de vida muy fino, que es el que mantiene al Barça aferrado a la dignidad de esta temporada. Y es algo, como dijo Xavi ayer, que no conviene olvidar. El Barça es tercero en LaLiga, con un partido más que Atlético de Madrid, Betis, Real Sociedad y Villarreal, pero solo distancia a estos equipos en cero (igualado con los colchoneros), dos, cuatro y seis puntos, y el Clásico ante el Real Madrid está en el horizonte, el día 20 de marzo, justo tres días después de viajar al NEF Stadyumu. El peligro no ha cesado, ni mucho menos.