Un mito del país culpa a Guardiola del juego de una de sus estrellas

En Inglaterra no están siendo días agradables para nadie que tenga que ver con el rendimiento pobre de su selección. Ya sea el seleccionador, Gareth Southgate, los propios jugadores como Harry Kane, o incluso culpables indirectos como pudiera ser el entrenador del Manchester City Pep Guardiola. Hasta ahí están llegando las responsabilidades.

Y es que Wayne Rooney, ex internacional con la selección inglesa entre los años 2003 y 2018 (debutó con tan solo 17 años, cuando aún jugaba en el Everton de la mano de Sven-Göran Eriksson) no se ha cortado un pelo a la hora de explicar, a su entender, el motivo por el que jugadores como Phil Foden no tienen ni un ápice del gen inglés en su fútbol.

Ha sido en una columna escrita para el diario británico The Times y en él Wayne explicaba que el estilo que Guardiola ha puesto en práctica durante estos años en el Manchester City es tan distinto al estilo inglés que se practicaba en la Premier League hasta su llegada y que los jugadores que tan solo conocen su sistema son incapaces de poner en práctica el juego puramente británico cuando se visten con la casaca de los ‘pros’.

De los muchos palos que le podían caer a Pep Guardiola, este es el que menos se esperaba, aunque el español sabe que esta es una crítica recurrente entre muchos aficionados ingleses que añoran el fútbol más puramente británico de choque, contacto y balones largos que dan opciones a segundas jugadas. Ahora la ha recibido de una persona que lo ha sido todo para su selección y para el mayor rival de los ‘citizens’ en el país, el Manchester United.

Si Inglaterra reacciona a tiempo, estas palabras las borrará el tiempo, pero si el batacazo de los de Southgate se termina produciendo, esa corriente anti-guardiolista que se ha instaurado en una parte del aficionado inglés tomará aún más fuerza. Foden deberá demostrar a todo un país que su juego ha evolucionado y que eso no tiene porque ser algo negativo. Los cambios son ley de vida y más cuando algo no está funcionando como era el caso de Inglaterra en las últimas décadas.