Simeone esperaba que CR7 y Bernardo Silva lo rescataran, decepciona en la Euro y Flick dirá no a 60M
El papel del portugués en la Eurocopa ha sido meramente testimonial
Cuando un jugador va a una gran competición internacional, puede ser que su valor se multiplique varias veces gracias a un extraordinario rendimiento, como puede ser el caso de Nico Williams, pero también puede agravar situaciones complicadas como sucede con Joao Félix, que fue llamado con Portugal, ilusionando a Simeone con una revalorización que, lejos de suceder, ha acabado por ser un hundimiento todavía mayor.
Si bien es cierto que la competencia en la parcela ofensiva del combinado luso es importante, desde el Atlético de Madrid esperaban que, de la mano de cracks como Cristiano Ronaldo o Bernardo Silva fuera capaz de mostrar su mejor versión y así encandilar a posibles compradores como el Barça de Flick, que ahora mismo, se ríe de la propuesta de 60M de los colchoneros.
Ni un minuto y el equipo ni lo echa en falta
La realidad para Joao Félix es muy dura. Pues, no ha participado en un solo minuto a lo largo de los dos primeros partidos de la fase de grupos de la Euro 2024. Algo que, lejos de debilitar al combinado que entrena Robert Martínez, parece haberlo hecho un equipo más sólido y regular. Tan es así que los portugueses suman dos victorias en las que han anotado cinco goles y solamente han recibido uno. Cifras excelentes que no invitan a pensar que Joao Félix sea, para nada, necesario.
Ante esta situación, parece imposible que el Atlético sea caàz de convencer a nadie de pagar 60 millones de euros por el fichaje de Joao Félix, la mitad de lo que pagaron en su día por él. Y es que, el drama es total. Simeone no quiere ni ver al luso y, salvo sorpresa de última hora, no parece que la solución vaya a llegar pronto. Al menos, mientras Joao siga sin minutos en la Euro y los colchoneros busquen un traspaso tan grande. Pues, ya saben que el Barcelona solamente aceptaría una cesión y nadie más ha preguntado.
Así pues, ni en el Barça ni con Portugal. El camino que sigue la carrera del Menino de Ouro es cada vez más preocupante, ya que bajo ninguna situación es capaz de ir en línea ascendente.