La pesadilla de Luis Enrique estuvo muy cerca de firmar por el Barça
Todavía con Josep María Bartomeu en la presidencia
La selección española y la selección de Croacia regalaron uno de los mejores partidos que se han visto en la historia de las Eurocopas. El encuentro tuvo de todo, desde errores garrafales, hasta golazos increíbles, y un buen número de ocasiones erradas. Al final, todo se resolvió en la prórroga, y, por suerte para Luis Enrique, la balanza se decantó por los ibéricos. Porque pudo pasar de todo, y los de Luka Modric se pueden ir orgullosos de su papel.
Más que nada, porque nadie daba un duro por ellos en el minuto 85, cuando iban perdiendo por dos goles, y tenían que conseguir una gesta para empatar. Y así lo hicieron, gracias a los tantos de Mario Pasalic, en el descuento, y de Mislav Orsic. Este último fue uno de los grandes protagonistas del duelo, y se puede decir que revolucionó el choque al poco de entrar, ya en el segundo tiempo. Muchos se preguntan porqué no fue el titular.
Junto al centrocampista del Real Madrid, fue el mejor de los balcánicos, y estuvo en todas las acciones ofensivas. En su banda no se cansó de desequilibrar y regatear, y, más allá del tanto que anotó, fue un quebradero de cabeza para César Azpilicueta. De hecho, ya en el tiempo extra, le rompió la cintura, y sirvió a placer un gol que erraron sus compañeros, y que obligó a Unai Simón a lucirse. A sus 28 años, su valor de mercado ha subido como la espuma.
Lo cierto es que hace tiempo que viene dando motivos para que un conjunto de las grandes ligas lo saque del Dinamo de Zagreb, en el que es la gran estrella. Sin ir más lejos, hace apenas unos pocos meses fue el autor del ‘hat-trick’ que eliminó al Tottenham Hotspur, dirigido en ese momento por José Mourinho, de la Europa League. Y ahora se ha conocido que el Barça también estuvo cerca de ficharle, aún con Josep María Bartomeu en la presidencia.
Le descubrieron observando a Dani Olmo, y estuvieron cerca de llevárselo para ser el suplente de Luis Suárez.
Pero, al final, todo quedó en nada.