La estrella del Madrid no se corta y se lo dice a Zidane ¡vaya discusión!

El central lo tiene en la cabeza y no lo olvida y al míster no le gusta ni la idea ni la forma

No ha hecho más que empezar la temporada y el Madrid, habituado en los últimos años a llevar a sus aficionados por el carrusel de la montaña rusa, es un nido de incertidumbre, menos que otros años (por supuesto en menor medida que la desastrosa temporada pasada donde los blancos ya habían tirado el título liguero en enero), sí, pero igualmente estresante para el corazón, acostumbrado a celebrar, del hincha blanco.

Si los merengues son líderes desde luego en parte se lo deben a Sergio Ramos. No es que su inicio haya sido fulgurante y su nivel sea excelso, pero el camero es siempre un seguro de vida, correcto y sobrio, expeditivo, y más allá de ello, un alma que insufla fuerzas al grupo. Ni que decir tiene que todas las catástrofes blancas en Champions League han sido sin él en el campo.

Por eso prescindir de él es poco menos que un intento de suicidio para el cuadro de Zidane, al menos hasta que otro reclame el mando del equipo, una sucesión que no parece cercana. Y claro, cuando Sergio Ramos le ha dicho al míster galo que quiere no solo disputar la Eurocopa sino también los Juegos Olímpicos, el entrenador se ha puesto a la defensiva.

Florentino Pérez, que en un principio no veía con malos ojos la opción de Ramos, y el central, que quiere más títulos para agrandar su leyenda, al ver la reacción del míster se han sorprendido. Para Zidane, que también piensa en el futuro, un verano de Ramos, a su edad, con dos competiciones como la Eurocopa y los Juegos Olímpicos supone un riesgo altísimo de lesión y una sobrecarga segura para el inicio de la próxima campaña. Y no solo eso, el francés teme que el de Ramos sea el primer paso a tomar por otros cracks de la plantilla, entre ellos Eden Hazard.

Florentino guarda silencio y Ramos le ha dicho a Zizou que quiere ir la cita de Tokio sí o sí, es una oportunidad en la vida, le ha dicho.