Deschamps y Francia desafían a Kroos y Ancelotti: decisión polémica que romperá la enorme amistad
A diferencia de lo que ocurre con el conjunto blanco, ‘les bleus’ sí lo ve claro
Didier Deschamps puede meter en un atolladero enorme a Carlo Ancelotti, y por ende al Real Madrid, con sus decisiones como seleccionador de Francia y en base a dos jugadores determinantes para el combinado galo y también para el club merengue, pero que, sin embargo, absorben mejor su rol vestidos de azul que de blanco. Y en todo este asunto Toni Kroos va a jugar (y juega) un papel clave.
El problema en el Bernabéu
Basta que Eduardo Camavinga haya anunciado que le encanta jugar de pivote y que sus prestaciones sean superiores a las de su amigo y en este caso rival, Aurelian Tchouameni, para que llegado el tramo decisivo de la temporada estalle el debate, que va a tocar directamente las decisiones de Ancelotti.
Los dos jugadores internacionales franceses no solo son compañeros en Francia y Madrid, son amigos dentro y fuera del campo, en lo que conforma una unidad personal que ya crea tiranteces en el aspecto profesional. Y Deschamps las fomenta. Lo hace porque él sí confía en el doble pivote como figura para tirar de Francia, cosa que el de Reggiolo no hace, menos aún con los dos franceses juntos.
Claro que Francia no tiene a Toni Kroos y Fede Valverde, pero al tenerlos Carletto y a la vez demostrando Deschamps que Tchouameni y Camavinga pueden jugar juntos, la pelea es evidente. Y para más inri, Carletto tiró halagos a Tchouameni por su desempeño, pero no como mediocampista, sino como central justo cuando el de Cabinda decía que “a mí me gusta jugar más de pivote, pero puedo jugar más adelante”. Y es indiscutible el rendimiento de este último de cinco: roba más, distribuye mejor, técnicamente está más dotado y su asociación en largo y en el pase corto es superior. Eso sí, al italiano le gusta la virtud posicional de Tchouameni.
¿Y en medio? Pues Deschamps, que pondrá a los dos juntos, como doble cinco lanzando a una de las mejores selecciones del mundo, con Kylian Mbappé a la cabeza (quién sabe si la temporada que viene los tres jueguen de blanco) y enfrente de otra de ‘las grandes’, una Alemania renovada (quién lo diría) con Kroos, el tapón que evita, con lógica, la unión Tchouameni-Camavinga en el Madrid.
Qué duda cabe que la patata caliente solo recae en una persona: Carlo Ancelotti.