De la cárcel en España a jugar la Eurocopa con Portugal
El jugador ha vuelto en plenas condiciones después de su estancia entre rejas
Rubén Semedo era uno de los mejores jugadores de la academia del Sporting de Portugal. Estaba llamado a hacer historia con el primer equipo del conjunto lisboeta. La afición le tenía como uno de sus favoritos. Llegó a jugar casi 50 partidos con el primer equipo. Era una de las estrellas, pero el conjunto lisboeta le vendió por 15 millones al Villarreal. Nadie entendía nada. Era demasiado barato. Sin embargo, a los 6 meses de fichar por el conjunto de Castellón entró en la cárcel. En Lisboa entendían todo. Su cabeza era el problema.
En España tuvo problemas de indisciplina desde el primer momento. Llegó descontrolado. El sentirse una estrella no vino nada bien a Semedo. Se creía por encima de todo. Sus compañías no eran las mejores y en Villarreal no eran capaces de frenarle. En octubre ya fue noticia por un episodio en una discoteca de la ciudad de Castellón. Se llegó a decir que el jugados sacó una pistola. Nadie parecía creerlo.
Luego en febrero llegó el episodio que le llevaría a prisión. Una discusión con el que había sido antes su amigo, una denuncia por secuestro y amenazas… el atestado policial decía que Semedo había atado y encañonado al denunciante por un dinero que le debía. Semedo entró en prisión. Estaría allí 3 meses. En Villarreal habían perdido la fe en él.
El año pasado fue cedido al Huesca donde no encontró tampoco el rendimiento que esperaba. Tuvo problemas con los compañeros y en enero dejó el equipo. Le firmó el Tondela. La vuelta a su país le sentó bien. Allí jugó muchos minutos y el Olimpiacos se fijó en él.
Previo pago de 5 millones se marchó a jugar al equipo de Atenas. Allí si se ha reencontrado con su mejor versión. Es titular y estrella de la defensa del equipo griego. Portugal piensa en él para la Eurocopa y él mismo se ve con opciones. “He cambiado. El tiempo en la cárcel me hizo pensar. Algún día le explicaré lo sucedido a mis hijos. Soy mucho más maduro y espero que desde España vean mis partidos para reconocerlo”.
Un jugador al que la vida le dio unos dones que él mismo se empeñaba en malgastar. Parece que ha rectificado a tiempo. La Eurocopa, defendiendo los colores de la actual campeona, le espera.