El peor Lewandowski no deja al Barça sin Copa: grave crisis del crack

Los de Xavi se impusieron sobre la Real Sociedad en los cuartos de final de la Copa del Rey en un partido donde brilló su defensa y el mal partido de Lewandowski

Este Barça puede ser que no sea el equipo más vistoso de su historia, ni el más regular en lo que a dominar el partido a través de la posesión se refiere, de hecho, esta es una gran asignatura pendiente para los de Xavi. Sin embargo, a diferencia de otros grandes equipos blaugranas, este brilla por su solidez defensiva. Todo gracias a Araujo, Koundé, Christesen, los tres pilares de la zaga blaugrana y también pasa por tener al mejor Ter-Stegen. Ellos son los grandes responsables del último triunfo culé en Copa del Rey ante la Real Sociedad.

El partido ante la Real Sociedad responde a un guión demasiado habitual y preocupante en el conjunto culé. Los de Xavi comenzaron el partido muy centrados en el juego, generando juego y peligro a través de un Dembélé que hizo las delicias del Camp Nou, hasta tal punto de salir ovacionado del feudo blaugrana, el mismo que hace un año le pitaba.

El encuentro transcurría iba según lo planeado, dominio del balón y con cierta generación de peligro. Todo ello, junto a la expulsión merecida de Brais Méndez, llevo a que, tras un gran desmarque, Dembouz pusiera el primero de los suyos en el electrónico. El francés recibió un pase al espacio y no perdonó ante Remiro, marcando así un auténtico golazo con un latigazo que el portero ni vió pasar.

Fue a partir de ahí donde, como siempre, los de Xavi tuvieron su clásica desconexión, nada más ponerse por delante, el juego empezó a perder la fluidez y finura de los primeros 55 minutos y comenzó un momento de caos donde Sorloth perdonó lo que jamás ha perdonado e hizo estremecer a un Camp Nou que se olía lo peor.

Ni Pedri, ni Gavi, ni Busquets fueron capaces de dar el ritmo deseado al partido y solamente gracias a los tres enormes centrales culés y a un Ter-Stegen que vuelve a ser el mejor del mundo, el Barcelona fue capaz de mantener el 1-0 que lo clasificaba.

Tras el partido se hizo patente una realidad, este Barça, no es el que mejor juega, tampoco será el que mejor mueve el balón, pero es el más letal en su propia área, algo que sus seis goles encajados en liga demuestran claramente. Los culés tienen un defensa de campeonato. Ahora falta aprender a matar los partidos, algo que ya es urgente y que Lewandowski debería ser capaz de solucionar.