Llegó como el segundo de Vinicius y apunta tan alto como él: Florentino eufórico con su fichaje

El brasileño ha demostrado ser el jugador clave para los partidos importantes

El Real Madrid siempre se ha caracterizado por su carácter de nunca rendirse, de pase lo que pase siempre darlo todo hasta el final. A veces puede parecer que es un simple superstición o mera suerte. Sin embargo, en esta plantilla del conjunto de Chamartín es evidente que no, sino que son algunos jugadores, como Rodrygo.

El carioca ha demostrado en esta final de Copa del Rey que es el mejor en aparecer en las grandes citas y que no le tiemblan las piernas cuando detecta que el partido necesita más de él en los momentos más calientes. Rodrygo ya lo hizo en la pasada edición de la Liga de Campeones, donde fue esencial partiendo desde el banquillo para remontar y eliminar al Manchester City gracias a dos goles suyos que dieron la vuelta a la eliminatoria como a un calcetín.

Ayer, en la final de la Copa del Rey sucedió lo mismo, con los blancos por detrás en el marcador, fue él, el elegido para desencallar el encuentro con el tanto del empate y el segundo de su cuenta particular y del Real Madrid para poner a los suyos por delante con el definitivo 2-1 que acabó dando el trofeo copero al Real Madrid.

Rodrygo llegó a la capital española como si se tratara de un segundo Vinicius, de un jugador no tan explosivo y menos brillante. Sin embargo, el ex del Santos ha demostrado ser un jugador especial y con un olfato de gol impropio para alguien de su edad. Y es que mientras que a Vinicius siempre se le ha atragantado la finalización, a Rodrygo le sale natural. Muestra de ello son sus 16 goles y 11 asistencias en lo que va de temporada, unos grandes números que certifican que estamos hablando de una pieza básica para Carlo Ancelotti.

Así pues, Rodrygo fue el encargado de dar la vuelta al partido ante el Osasuna y de dar la Copa del Rey al Real Madrid, con una actuación, que, junto a la que tuvo frente al City, demostró que se trata de un futbolista llamado a ser generacional en el Santiago Bernabéu, todo ello junto a Vinicius.