Luis Díaz tiene su eco, 21 años de pura clase: Barça y City, a por él

Si la respuesta de Luis Díaz, jugador del Liverpool y ex del Oporto, ha sido inmediata sobre el césped, rindiendo al máximo nivel e incluso consiguiendo que Jürgen Klopp accediera a vender a Sadio Mané (una de las piezas de su otrora intocable tridente red) ante las grandes prestaciones del colombiano; ahora trata de salir a flote y de forma súbita un talento proveniente de Millonarios, de solo 21 años, y al que sitúan como el heredero del todavía muy vigente jugador del equipo de Anfield. Y City y Barça lo siguen.

Tiene lógica que se compare a este chaval de 21 años con el crack del Liverpool porque ambos son colombianos y sus características sobre el terreno de juego, en teórica, cumplen un perfil similar. Hablamos de Daniel Ruiz Rivera, jugador de Millonarios FC, de 171 centímetros, zurdo cerrado y con gran habilidad, de enorme clase. El futbolista está causando sensación en Colombia y su calidad ha llamado la atención de City y Barça, clubs que incluso estarían sopesando hacer una oferta en firme por él.

Partiendo desde el mismo perfil izquierdo, pero también efectivo en el otro costado, Ruiz Rivera es un encarador, con una destreza y electricidad en el desborde que llama la atención, igualmente es enormemente técnico, lo que lo convierte en un recurso disruptivo de esos que tanto se añoran entre el orden del fútbol europeo. Su juventud, además, lo sitúa en un umbral de mejora excepcional.

Asimismo, sus números van en franco ascenso, con 8 goles y 11 asistencias en 45 minutos disputados entre la Liga Dimayor I y la Liga Dimayor II, además de la Copa colombiana, la fase final de la LBD y la Copa Libertadores, de la que ha jugado dos partidos como titular, ante Fluminense. Como ven es un jugador que agrada mucho entre grandes clubs europeos, que ya se han puesto en contacto con el entorno del jugador para conocer su situación. De la misma manera, Barça y City no son los únicos con los deberes hechos con Daniel Ruiz, el Benfica también está tras su pista. No lo perderemos de vista.