Zidane tiene un secreto que aterroriza a Bayern y PSG: indestructibles

El Real Madrid da un giro a la situación y los grandes miran este movimiento con desconfianza

Hablemos claro: la Champions League es la competición fetiche del Real Madrid por una razón, es el único equipo capacitado para ganarla sin ser brillante. De hecho lo ha conseguido en varias temporadas, algunas muy recientes. Ayer salió del Borussia Park con solo un punto, pero su empate, tras ir perdiendo 2-0 en el minuto 86, les cambia el rostro y vuelve a convertirles en algo que fueron en el pasado: un equipo con estrella. Y Zidane lo sabe.

Es cierto que el Madrid es el farolillo rojo del Grupo B de la Liga de Campeones, que en dos partidos ante dos equipos asequibles –Shakhtar y Borussia- solo ha sumado un punto y que su falta de profundidad no invita al optimismo goleador, pero hay otro factor en los blancos, positivo, que empieza a vislumbrarse y que ya temen tanto los dos finalistas de la edición pasada, Bayern de Múnich y Paris Saint-Germain, como el resto de grandes implicados en la pelea por la orejona como Manchester City, Liverpool, Juventus o los dos españoles, Barça y Atlético: y es el empuje de campeón.

Cuenten ustedes mismos las veces que han visto cabecear al Madrid, por ejemplo, en las tres Champions League consecutivas. Ocurrió ante el Wolfsburgo en octavos de final de la campaña 2015/16, perdiendo en la ida 2-0; sucedió al quedar segundo en la fase de grupos de la temporada 2016/17 tras tres empates, uno ante el desconocido Legia Varsovia, y en la 2017/18 cayó en Wembley sobrepasado por el Tottenham (3-1), dejándole también la primera plaza del grupo a los ingleses. Pues bien, en todas aquellas ocasiones el Madrid caminaba con estrella, jugaba dubitativo y terminó ganado el título. Y esta temporada hay detalles que recuerdan a esa mística.

Ya lo dijo en su día Leo Messi, en Champions League hay rivales que cuando ven ese brillo en los ojos del Madrid se echan atrás o pierden el control de los partidos. Es muy pronto, pero también lo es para los equipos que han empezado bien el curso, como el actual campeón alemán, y esto lo sabe bien Zinedine Zidane: la Liga de Campeones no va de cómo se empieza sino de cómo se acaba. Cierto es que el Madrid es último de su grupo, pero la victoria en El Clásico y la remontada de ayer en Alemania han dado alas al vestuario, que se lo empieza a creer. Hay veces que en el momento indicado, dicen, hay que tener fortuna, empuje, carácter y/o corazón; llámenlo como quieran, pero este Madrid se asoma a ello.