Zidane sale de su silencio y avisa a Ancelotti: bronca con el club

¿Qué le pasó al Real Madrid la temporada pasada? ¿Por qué dio la impresión de ser un equipo que se partía con facilidad y que llegó a los duelos decisivos tan justo? Más allá de la obcecación de Zidane con ciertos jugadores con los que Ancelotti está siendo más laxo, como Gareth Bale, Dani Ceballos o, por ahora, Jesús Vallejo, el técnico francés se vio con una plantilla muy corta, sin efectivos, terminando por desgastar al grupo, algo que ya amenaza a este Real Madrid.

Es verdad que Carletto está siendo más inteligente y precavido en la preparación de la plantilla y a falta de que suene la flauta en el mercado, cosa que parece que no ocurrirá, quiere tener una cantidad de jugadores más amplia de la que dispuso Zidane; ahora bien, este le advierte: Eden Hazard es una incógnita, Mariano Díaz no aporta y las lesiones van a aparecer, de hecho ya lo están haciendo, por lo que perder a Martin Odegaard (ya jugador del Arsenal) y Luka Jovic, en la rampa de salida, es un riesgo. Es más, Isco Alarcón también está en la cuerda floja. 

Ancelotti sabe a lo que se refiere Zidane, ya que ahora mismo, para el próximo duelo, ya cuenta con hasta seis lesiones que lastran la rotación y al equipo. Mariano, Kroos, Mendy, Carvajal, Ceballos y Marcelo no estarán para la cita ante el Levante (este domingo) de ahí que Ancelotti acepte que Odegaard salga y que el Madrid busque hacer caja con él y algún otro jugador, pero le pide a Florentino que si han de salir otras piezas llave (pueden suplir a teóricos titulares), fiche.

Y ahí entra el conflicto con el club, porque el Madrid parece obsesionado en Kylian Mbappé y Erling Haaland, dos jugadores que ahora mismo parecen imposibles, de modo que si Odegaard, Jovic e Isco salen, unidas a las bajas de Sergio Ramos y Raphael Varane, ¿qué le queda al míster? Por ahora el Madrid cuenta con la ganancia de Bale, Ceballos y Vallejo (además de David Alaba) con respecto al equipo que dirigió Zidane la campaña pasada, pero una nueva plaga de lesiones o una recaída del belga (ya no decimos de Karim Benzema, que simplemente no tiene sustituto) dejarían un Madrid bien diferente: más corto, sin pegada y con los mismos problemas que arrastra desde la salida de Cristiano Ronaldo, hace ya, con esta, cuatro temporadas; problemas que crecen en Champions League.