Zidane lo cierra de forma exprés y el Madrid viaja al Etihad con cara nueva

Todas las ayudas serán pocas para el Madrid en su intento por recuperar este viernes la iniciativa en la vuelta de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones que se trae entre manos contra el Manchester City. A la ausencia de lesionados y el empuje anímico de conquistar una liga (que también se había puesto antes del parón por el coronavirus muy complicada), se une ahora el arma secreta de Zinedine Zidane, con la que el Madrid pretende dar un vuelco al partido frente a los de Pep Guardiola.

Y es que si ha habido tres hombres claves en la consecución del último título liguero del Madrid, esos han sido Sergio Ramos (el capitán de la plantilla), Luka Modric y Karim Benzema, un trío que sabe lo que es ganar la Champions League (lo han hecho en cuatro ocasiones) y lo que supone enfrentarse de lleno a la presión de un gran estadio en la máxima competición de clubes del mundo.

Pues bien, de todos ellos solo Ramos estará ausente sobre el tapete verde del Etihad Stadium el día 7 de agosto, y no estará ya que en el partido de ida fue expulsado y deberá cumplir la sanción de un partido que se impone lógicamente al jugador que ha visto una tarjeta roja. Sin embargo para Zidane y el grupo la presencia del sevillano es mucho más importante que sus apariciones sobre un campo; la inclusión de Ramos en la dinámica del equipo supone un impulso anímico fundamental.

Y esa es la gran arma secreta que va a blandir el entrenador francés en la expedición blanca a tierras inglesas: el capitán del equipo viajará junto a sus compañeros y estará junto a ellos hasta el último instante justo antes de saltar al campo. De esta forma Zizou entiende que puede sumar una gran fuente de inspiración e insuflar fortaleza tanto a Éder Militao, que debe suplir al camero en la pareja de centrales junto a Raphael Varane, como al resto de jugadores que formen parte del once titular, y todo ello con el claro objetivo de lograr la hazaña de ganar en Manchester y hacerlo metiendo al menos dos goles. No se esperaba, pero el Madrid viaja al norte de Inglaterra con cara nueva.