Vitor Roque y Odegaard lanzan un terrible pronóstico al madridismo con 2 de los fichajes preferidos
La estrella del Arsenal y el nuevo jugador del Betis, un reflejo vivo
Recientemente Martin Odegaard, estrella del Arsenal, firme candidato al título de la Premier League y la Champions League, habló de su etapa en el Real Madrid, donde a todas luces salió mal parado, y las palabras y destino del jugador noruego, como sucede ahora con la cesión de Vitor Roque en el Barça, que se marcha al Real Betis, son un aviso terrible para al madridismo con dos de sus fichajes preferidos.
El genio que buscó suerte fuera
Cuando un jugador tiene un talento enorme y triunfa en varios destinos bien distintos, como Arsenal y Real Sociedad, entonces quizá el problema esté en el único lugar en que no lo hizo por falta de minutos, es decir, Madrid. Eso es lo que le pasó a Odegaard en el Bernabéu, y eso necesariamente no es negativo para los de Concha Espina y el jugador, quienes separados han tenido éxito, pero sí recuerda a la actual situación de un futbolista de características similares al escandinavo y que, como él, sigue sin tener protagonismo en el club merengue, que no es otro que Arda Güler.
"Todo el mundo me veía como el niño pequeño y lo único que quieres es que te vean como a un jugador normal. Creo que también es normal que cuando juegas tan joven te presten un poco más de atención”, decía Odegaard de su etapa en Madrid, donde nunca gozó de minutos y se cansó, buscándolos fuera. Quizá el talento de Güler nunca llegue a explotar en Madrid y decida buscar suerte fuera; al menos ya sabemos que el jugador turco esperaba más protagonismo del que está teniendo en el inicio del curso, sobre todo tras una buena pretemporada.
Y si Güler está contrariado, más lo está Endrick, que ya mira a Vitor Roque como posibilidad para esta temporada. Los informes al respecto son claros, como los números: no ha jugado ni un minuto oficial y si sigue en esa línea, como parece que sucederá, sopesa una cesión, tal y como ha hecho Roque, al que su llegada a Barcelona le ha resultado un infierno y ha forzado por buscar la felicidad en otros lares.