¿Vinicius y Mbappé? Boehly entra al trapo con 100 M: Potter lo mata y desafía con João Félix
El Chelsea prescinde de una de sus estrellas, apuesta por el portgués y por ahora le sale bien
Cuando Mykhaylo Mudryk sonó para el Arsenal en el pasado mercado de fichajes invernal y finalmente apareció el Chelsea para poner 100 millones de euros por él, en la cabeza de Todd Boehly, mandamás del equipo blue, resonaban las palabras de Darijo Srna, componente del Shakhtar Donetsk, que aseguró que el extremo era tan bueno como Vinicius y Mbappé. Y en verdad incluso se habló de un interés del Madrid, que se quedó en eso, en rumor, y ayer Graham Potter concretó su desafío sentándole, otra vez, y apostando por João Félix. Y le salió bien, el Chelsea sobrevivió a Dortmund, estará en cuartos y el megaproyecto puede tocar el oro europeo en su primer año sin necesidad del extremo.
Ayer el ucraniano volvió a desaparecer de lo planes de su entrenador, que prefiere al jugador luso, cedido por el Atlético de Madrid. Es verdad que todo hace indicar que Boehly apostará en verano por la estrella rojiblanca para obtenerlo en propiedad, pero su apuesta real, por la que pagó una cantidad estratosférica, es el otro, el exjugador del Donetsk, que no juega. Ante el Southampton y Tottenham apenas jugó y en los dos últimos compromisos, los más importantes, ante el Leeds United y ayer ante el Dortmund, Potter ni siquiera le dio minutos. Ahí hay problema.
Stamford Bridge puede soñar
No es el Chelsea un equipo arrollador, con un fulgor en su juego que deslumbre, pero desde luego es tal el tamaño de su plantilla y tal la calidad que esta tiene que cuando se ponen a una, como sucedió ayer en la Champions League, son capaces de grandes cosas, de ahí que los blues se hayan ganado el derecho a soñar con la orejona, esa que ganaron hace solo dos temporadas.
Anoche, salvo ráfagas de empuje, el Borussia Dortmund vivió a merced del Chelsea, que no dominó el duelo desde la posesión, pero sí gozó de las mejores ocasiones. Desde un Kai Havertz inteligente y cada vez más maduro, además de bigoleador (le anularon un gol), hasta el mismo menino de ouro y Raheem Sterling, lejos aún de su mejor nivel pero todavía un jugador desequilibrante, el conjunto de Londres es un serio aspirante al título, con Mudryk y sin él. No en vano, ¿puede no serlo un equipo que se ha gastado en esta temporada más de 600 millones de euros?