Tuchel fue quien le dio la confianza que necesitaba: ¿su límite?
El futbolista que se perdió un partido Champions por un examen ya está maduro
El camino de Kai Havertz no ha sido fácil. El jugador alemán ha sido precoz y eso, como todo en la vida, tiene sus cosas buenas y su lado no tan bueno. Una de las primeras cosas por las que se conoce a Kai fuera de los círculos futbolísticos de Alemania fue por perderse un partido de Champions League en marzo de 2017 por tener que realizar un examen (unos octavos de final frente al Atlético del Cholo). Tenía entonces 17 años (es de la generación del 99) y ya prometía mucho.
Tras su consolidación en la Bundesliga alemana el mediocentro ofensivo firmó el pasado verano por el Chelsea de Roman Abramovich y Frank Lampard. El club inglés desembolsó la nada desdeñable cantidad de 80 millones de euros. Si tenemos en cuenta que eran ya tiempos de pandemia y que Kai tiene tan solo 21 años, queda claro que la apuesta fue muy fuerte por el ya internacional alemán (12 partidos con la Manchstaff y 3 goles).
El año ha tenido dos fases muy claras para el Chelsea y en especial para nuestro protagonista: una primera con el ex capitán ‘blue’ Frank Lampard y otra muy distinta ya con el también alemán Thomas Tuchel a los mandos de la nave londinense. Para Kai fue crucial este cambio porque Tuchel es, además de compatriota, defensor de un fútbol que se adapta como un guante a las cualidades del atacante zurdo.
De hecho, su progresión en estos últimos meses ha sido la que se esperaba ver desde el pasado verano llegando a la culminación ayer en el Estadio Do Dragao, cuando Havertz marcó su primer gol en Champions, el que le ha valido a su equipo para hacerse con la segunda orejona de su ya centenaria historia. El último jugador que logró marcar su primer gol de la competición continental en una final había sido Predrag Mijátovic en 1998. En aquel entonces el balcánico tenía ya 29 años y comenzaba la recta final de su carrera. Havertz, sin embargo, acaba de llegar y su techo parece aún lejos.
Tuchel ha sido quien le ha dado la confianza necesaria para demostrar que no se equivocaron con él el pasado verano y ahora será quien tenga el placer de disfrutarlo a partir del mes de julio, cuando se inicie la nueva temporada.