Simeone se harta y lo exige de forma inmediata: Luis Suárez, en el ajo
El argentino está muy cabreado con alguno de sus jugadores
El estreno europeo en esta nueva edición de la Champions no ha dejado en buen lugar ni a muchos entrenadores, ni a muchos jugadores. En una jornada inaugural repleta de sorpresas, el Atlético de Madrid ha sido uno de los protagonistas, y no precisamente de forma positiva. El conjunto dirigido por Diego Pablo Simeone cayó de forma estrepitosa ante el actual campeón y el técnico rojiblanco, apenas unas horas después desde la finalización del partido, ha tomado cartas en el asunto para evitar que se repita la debacle de Baviera.
A pesar de haber llegado como uno de los fichajes más prometedores de Europa, Luis Suárez está dejando un sabor agridulce tanto al entrenador argentino como a los aficionados del club. Una de cal y otra de arena es lo que está ofreciendo el charrúa, que solamente parece tener la puntería fina en los envites de poca exigencia. En los pocos partidos que han transcurrido esta temporada en los que el Atlético de Madrid ha tenido dificultades para llegar a la mata rival, el ex futbolista blaugrana ha mostrado no tener, por le momento, soluciones eficaces.
En el partido frente al Bayern de Múnich dispuso de dos ocasiones muy claras cuando el marcador local aún no se había estrenado, y un punto más de eficacia a la hora de culminar las jugadas podría haber cambiado el devenir del partido. Pero Suárez no fue el único quebradero de cabeza de Simeone, ya que Joao Félix, un día más, se mostró excesivamente inoperante en las labores ofensivas del equipo, algo que terminará colmando la paciencia de su entrenador.
En otras zonas del campo, el equipo tampoco mostró la contundencia que le ha caracterizado durante la etapa del argentino en el club y jugadores como Héctor Herrera, que debutaba como titular esta temporada, Stefan Savic o Kieran Trippier han salido altamente perjudicados de la batalla muniquesa.
Es la segunda vez en la era Simeone que un equipo le mete cuatro goles en un partido sin ni siquiera estrenar su marcador los colchoneros. Por ello, el argentino no quiere andarse con chiquitas y ha dado un toque de atención en el vestuario, ya que este año es el primero en el que de verdad los colchoneros son serios candidatos a levantar la ‘orejona’ y el entrenador sudamericano está más confiante que nunca, a pesar del mal inicio de competición: quier eun golpe de efecto y utilizar la derrota como tratamiento de choque.