Ronald Koeman y todo el Barça están pendientes del retorno del crack
El jugador está lesionado desde noviembre de 2020 y le echan de menos
Cuando llegan las derrotas duras, como la que sufrió el Barça ayer frente al Paris Saint-Germain, uno siempre se acuerda de los que no han podido disputar el partido, o de los que no lo han jugado al 100%. Desde luego, la reincorporación de Piqué aportó carácter y energía, pero no mucho más, también se recordó la ausencia de Sergi Roberto, más aún viendo las cabalgadas de Mbappé. Sin embargo, una de las bajas que más ha afectado a las filas del Barça es la de Ansu Fati, no solo en este partido, sino en la evolución de una temporada en la que se está muy lejos en LaLiga y en la que las eliminatorias de Copa del Rey y Champions se han puesto tremendamente difíciles.
El jovencísimo delantero, solo tiene 18 años, sufrió el pasado 7 de noviembre de 2020 una grave lesión: rotura de menisco con afectación de los ligamentos en su rodilla izquierda, de la que fue operado al día siguiente y se establecía un periodo de recuperación de entre cuatro y cinco meses. Hasta ahí, todo era normal, pero el silencio que se ha establecido sobre la evolución, la ausencia de imágenes en redes sociales y el mutismo del club, han destapado un tarro lleno de especulaciones sobre el estado de salud del futbolista culé. Se ha filtrado en prensa cosas como que ha tenido que ser intervenido de nuevo, para extirpar el menisco, porque la sutura que se le realizó no ha funcionado. Hecho que ha desmentido el Barça y el entorno de la clínica donde se está tratando. Lo que ocurre es que parece que los plazos de recuperación se han ampliado y no se sabe hasta cuándo.
Esta situación resulta muy frustrante para los planes de Ronald Koeman, la aportación del delantero al equipo es cuantiosa, en los diez partidos que disputó antes de la lesión anotó cinco goles y repartió cuatro asistencias, es decir que prácticamente participa en un gol por partido. Es más, pese a haberse perdido, hasta ahora, 25 encuentros, sigue siendo uno de los máximos goleadores del equipo. Por eso, es inevitable pensar cómo hubiera sido el enfrentamiento de Champions de ayer si el guineano hubiera participado en el césped.