Por Thomas Tuchel, Pep Guardiola y el Barça se ilusionan con un bombazo como Rodri y Sergio Busquets
Con la continuidad del técnico alemán la salida de varios jugadores parece inevitable
Si no fuera poco el esperpento del Barça al anunciar la continuidad de Xavi tras haber anunciado su salida por la lamentable temporada del equipo, el Bayern de Múnich ha seguido los pasos de los culés contando, un año más, con Thomas Tuchel, que tras pelearse con el vestuario y perder la Bundesliga 11 años después, va a volver a dirigir el equipo en la 24/25, hecho que dejaría muy cerca la salida de Joshua Kimmich.
El mediocentro germano ya confirmó, meses atrás, que su decisión sobre renovar, o no, con el Bayern, dependería de la elección del próximo entrenador. En este caso, con Tuchel ya confirmado como el técnico bávaro, la decisión de Kimmich parece cantada, pues tras un año de varios choques y desavenencias con su entrenador, la renovación no se presenta como la opción predilecta de un Kimmich que apunta a buscar una salida este verano.
Barça y Manchester City, en el horizonte
Ante esta situación, parece que hay dos grandes candidatos al fichaje de Joshua Kimmich. En primer lugar, y como ya se lleva muchos meses hablando, está el Barça, club que gustaría mucho al alemán y que necesita a un pivote como el alemán para ocupar el hueco que dejó Sergio Busquets un año atrás. Sin embargo, las complicaciones económicas podrían acabar imposibilitando un fichaje que se presenta como una oportunidad única para olvidar a Busi y comenzar una nueva era de la mano de Kimmich como cinco del equipo.
Por su parte, Pep Guardiola también estaría encantado de reencontrarse con el que fuera su alumno aventajado en su etapa en el Bayern de Múnich. Ahora, siendo el alemán un jugador mucho más maduro y de primera línea mundial, llegaría al Etihad para complementarse con Rodri en el pivote y para hacer las veces de lateral, en caso de necesidad.
Así pues, con la continuidad de Thomas Tuchel, todo apunta a que Barça y City estarán más cerca de nunca de convencer a Joshua Kimmich, que, tras un año realmente malo a las órdenes de Tuchel, parece abocado a rechazar su renovación y buscar una salida a otro gran proyecto en Europa.