Pese a la devoción por el 10, indignación UEFA que toca a Guardiola y Erling Haaland: lío a la vista

La elección del argentino como jugador más destacado en Europa deja dudas

Ninguna persona en el mundo del fútbol va a quitarle el enorme mérito de Scaloni, Leo Messi, y también Di María o Julián Álvarez, entre un largo etcétera de héroes albicelestes, al conseguir la tercera estrella para Argentina en el pasado Mundial de Qatar; ese logro es eterno. Ahora bien, no se comprende muy bien entre ciertos sectores la designación del jugador de Inter Miami para el galardón de Mejor Jugador de la UEFA, sobre todo por sus dudosos logros europeos y desde luego mantenidos durante un año natural, más aún cuando la Copa del Mundo ya premia a sus mejores jugadores. Y aquí entramos de nuevo en el campo de la subjetividad, donde el rosarino suele salir siempre bien parado por su enorme talento, pero la pregunta que se hacen muchos es clara: ¿lo merece?

Foro Grimaldi de Mónaco designará al ganador esta tarde (18, hora española) y no pocos rumores lo sitúan como favorito al premio de la UEFA cuando el Paris Saint-Germain, por segundo año consecutivo y tras una inversión sinigual, se quedó en octavos de final de la Liga de Campeones con una actuación más que discreta de Messi en el momento decisivo, en la ida y la vuelta ante un Bayern de Múnich superior donde el sudamericano literalmente desapareció. Un año antes, ante el Real Madrid sucedió lo mismo. En la 22/23 el City aplastó al equipo alemán y si bien Haaland luego no fue decisivo ante el Inter de Milan en la final, durante su temporada, con Champions incluida, marcó 52 tantos en 53 partidos y dio 9 asistencias, llevándose la FA Cup, la Premier League, la Champions League y la Supercopa de Europa. El mérito de este City es colosal y el noruego es su hombre más letal. Aquí debería morir el debate, pero no es así. El pecado de Haaland en este caso es ser noruego, ya que su selección lógicamente no optará a un campeonato del mundo, al menos en un largo espacio de tiempo.

Además de ellos dos está un Kevin de Bruyne que si debe competir por números contra los otros dos colosos saldrá perdiendo siempre, pero cuyo peso en el juego del mejor equipo del mundo es transcendental. Y si no que le pregunten a Guardiola a quién prefiere en estos momentos de los tres. Por eso, porque se premia la individualidad sobre el bloque, su elección parece casi imposible. Quizá no, tal vez la cordura haga acto de presencia esta tarde y en el fútbol se premien otras cosas además de los goles.

Y esto nos lleva de nuevo al inicio, donde ponemos en un pedestal el logro durante un mes escaso de Messi con su selección, una de las mejores del mundo, pero, ¿acaso no hablamos del premio al mejor jugador de un año en Europa? Con eso, simplemente para muchos no tiene sentido. Y no lo tiene cuando hay otros jugadores que quizá también merecieron un puesto entre los mejores, donde la lista es amplia.