Pep Guardiola comete su único error: le saldrá caro en la Champions

El Manchester City de Guardiola es una máquina de ganar partidos. Todas sus piezas parecen funcionar a la perfección en un sistema estudiado al milímetro. Sin embargo, hay una posición que, a pesar de los buenos resultados, sigue generando dudas: el lateral izquierdo. Zinchenko no está a la altura del resto de equipo, y ahora acaban de despedirse definitivamente del único jugador que podría llenar el vacío en esa banda, el Leipzig ha conseguido en propiedad a Angeliño –pagando unos 20 millones de euros-. 

El lateral zurdo ya pasó el curso pasado  cedido en el equipo alemán, convirtiéndose en uno de los protegidos de Nagelsmann y de los favoritos para la afición, que ya protestaba con vehemencia hace poco la falta de criterio, según ellos, de la selección española a no incluirle en sus listas de convocados. 

Esta temporada sigue a un ritmo espectacular, y es que ha marcado cuatro goles y dado otras cuatro asistencias en sus 20 apariciones en la Bundesliga. Unas cifras ya increíbles que se multiplican en la Liga de  Campeones, en la que lleva tres goles y tres asistencias en solo seis partidos, y eso sí, siempre de titular. 

Por su parte, la maquinaria del Manchester City de Guardiola ha demostrado que, si tiene algún punto débil, es en esta posición. Zinchenko fue reconvertido y ahora es el titular del míster catalán, pero su peso en el juego no es ni comparable a la labor de su homólogo en la otra banda, Cancelo, quien se ha convertido en la clave del éxito skyblue con su aporte en el centro del campo. Seguro en defensa, pero casi inexistente en ataque, y es que el peligro por la banda izquierda parece que únicamente llega por la acción de los jugadores de arriba, con Sterling y compañía. 

Además del ucraniano, está Mendy, quien ya no cuenta claramente con la confianza del entrenador, que incluso ha llegado a probar en esa posición a Laporte, quien ha ido perdiendo valor en la plantilla. El ex del Barcelona se despide de un activo importante, veremos si en la competición que peor se les da a los ingleses, la Champions, no tienen que arrepentirse de su decisión.