“No es un partido, es la guerra” La que se avecina en el Juve-Atlético

Cristiano Ronaldo se va a encontrar esto en el Wanda Metropolitano

El Atlético de Madrid tras sus dos finales perdidas ante el Real Madrid no ha vuelto a ser el mismo en Champions League. Parece que no le llega con la brega y la intensidad que quiere meter el Cholo Simeone. En el fútbol de élite moderno, estas cualidades son híper válidas, necesarias, pero hace falta mucho más para colarse de nuevo entre los dos mejores equipos de continente. Más con esta explosión económica vivida en Inglaterra, París y en los clásicos de la máxima competición continental.

Ya se han visto parte de estas carencias de juego en los colchoneros este fin de semana en su caída liguera, primera de la temporada, ante la Real Sociedad en San Sebastián por dos tantos a cero. Ni gol ni ocasiones ni dominio, los del Cholo fueron un juguete roto en Anoeta, sin armas, sin Joao Félix y sin idea de juego asociativo, sin nada. Eso en Europa supone un KO instantáneo. En la Champions League no valen las medias tintas, no solo hace falta competir bien, hay que proponer.

Y esto lo saben bien los del Wanda Metropolitano que el año pasado cayeron en octavos de final ante la Juventus tras un partido intenso en el coliseo rojiblanco, pero siendo arrollados en Italia con un nivel bajísimo, ramplón y conservador. Aunque si algo tiene la Liga de Campeones y el fútbol es la oportunidad de redimirse. El sorteo de Champions deparó un Juventus-Atlético de Madrid, y ambos equipos volverán a verse las caras mañana a las 21 en Madrid.

Uno de los pesos pesados del vestuario, Saúl Ñíguez, quiso asegurar y recalcar que le tiene muchas ganas a los juventinos tras la eliminación liguera. Tantas como le tienen a un Cristiano Ronaldo que fue el partícipe del 3-0 que les mandó a la calle marcando los tres tantos y respondiendo al mítico gesto del Cholo señalándose los testículos y que reprodujo el luso, vengándose, en el Juevntus Stadium. Veremos quien tira mañana de atributos y presume de ellos al final: la guerra está servida.