Lío enorme: Jurgen Klopp le echa y ahora será la tortura de Zidane
El crack del Liverpool se marcha y jugará contra el Madrid
La sensación de que el Real Madrid va a sufrir en esta fase de grupos de la Champions League es un impresión que tiene que ver mucho con el diseño de su plantilla y las dudas que esta acumula sobre sí. En ellas, como es lógico, juega un papel fundamental el hasta ahora fracaso del fichaje de Eden Hazard, la apuesta más millonaria de Florentino Pérez que ya lleva temporada y pico desilusionando. Pero lo cierto es que, sin el belga, al Madrid le falta pegada y eso da muchas opciones a sus rivales en el Grupo B de la Liga de Campeones. Y uno de ellos, el Mönchengladbach, está a un paso de sumar a un crack del Liverpool a su plantilla que hará su bloque mucho más profundo y al equipo germano más peligroso.
Porque todo lo que puedan reforzase, y lo han hecho, Inter de Milan, el propio equipo alemán, y el Shakhtar Donetsk será una mala noticia para Zizou y el cuadro de Concha Espina. Pues bien, las lesiones y las discrepancias con Jurgen Klopp han llevado a Xherdan Shaqiri a una situación límite en la entidad inquilina de Anfield, una que a unos días para el cierre del mercado le conduce al cuadro germano, que está interesado en su figura.
Sobre ello, si bien la calidad del futbolista zurdo nacido en Kosovo (pero internacional con Suiza) está puesta fuera de toda duda, su carácter y sus caídas físicas han arrojado muchas dudas a un Klopp que ha terminado por chocar en diferentes momentos de su etapa en el Liverpool con el jugador. Esas discrepancias parecen ahora insalvables, lo que unido al interés del conjunto alemán hacen de Shaqiri un fichaje estrella para la escuadra de Renania del Norte-Westfalia.
Por descontado esta noticia es negativa para un Real Madrid encuadrado en un grupo que es factible pero en el que se adivinan multitud de complicaciones. Primero por el nivel de los adversarios, especialmente el Inter de Milan de Hakimi Achraf, pero también por el juego del equipo de Zidane, que no invita al optimismo, y sobre todo por su falta de pegada, el tema más recurrente y con una solución más compleja en el Real Madrid.