João Félix pasa en el Bernabéu de llave a pesadilla para Atlético y Simeone: Boehly se la va a jugar

El jugador portugués enfría en el Bernabéu el interés londinense en él

Es verdad que la falta de carácter, palpable, del Chelsea es generalizada y supera líneas y piezas sin disimulo; se pudo ver ayer en el Santiago Bernabéu en una derrota en cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid que más que baño blanco supo a los hinchas blues y al mandamás del cuadro inglés, Todd Boehly, a decepción, a impotencia. João Félix, junto a Raheem Sterling, escenificó sendos episodios; solo que lo del portugués es reversible.

Apuesta sin fe

Mucho tienen que cambiar las cosas para el equipo de Stamford Bridge para que pueda eliminar al Real Madrid en la vuelta de la Champions League, ello sabiendo que es su único enlace posible con la disputa de la máxima competición continental durante la temporada que viene. Y mucho tendrá que cambiar la dinámica Franck Lampard para ser el elegido durante la próxima campaña como entrenador. Pero no solo eso, mucho tendrá que cambiar João Félix su rendimiento para que el mismo Boehly se decida a darle al Atlético de Madrid del Cholo Simeone los, mínimo, 100 millones que piden en Madrid por el luso (costó 126).

Regreso y más dudas

Se palpa en el ambiente que el portugués no concreta, no termina de explotar, todavía no le alcanza para ser un jugador decisivo. Tiene cosas, sí, pero se diluyen como anécdotas. Ayer tuvo un par ante Courtois y en ambas oportunidades fue timorato, poco contundente ante el belga, algo imperdonable en una estrella mundial. Hoy por hoy, no lo es, esa es la realidad. Unido al hecho de que Lampard mandó a los blues al repliegue, lo de el menino de ouro en el coliseo blanco fue una auténtica interrupción de la euforia inglesa; simplemente se han dado cuenta que necesitan algo más que el portugués, y eso genera pánico en el Atleti.

Sin gol, desequilibrio y potencia, Félix no pasa de ser un jugador de enorme talento, pero frío, sin asentar una especialidad en su juego que lo haga reconocible, temible. Su temporada no es mala, pero tampoco buena, de hecho, su campaña da la razón a Simeone. El problema en el Metropolitano es que va a volver en junio porque, como dijo el mismo jugador, tiene contrato, y si el Chelsea no desembolsa esos 100 kilos, ¿quién lo hará? La respuesta es retórica, y eso hace temblar a los rojiblancos, cuya planificación 23/24 sin ese ingreso salta por los aires. Caer eliminados esta temporada de Europa a las primeras de cambio, unido a la cada vez más fallida cesión del luso hacen que las posibilidades en el mercado colapsen. Aún hay tiempo, pero el paso al frente deportivo del equipo colchonero en LaLiga puede topar con un revés inesperado en el mercado.