El trueque millonario que cambia Europa: Pochettino es el culpable
El míster argentino, Mourinho y Conte intercambian cromos para cubrir los huecos de sus plantillas
Tres equipos, tres plantillas con necesidades y tres movimientos de mercado. Ni Draxler, ni Eriksen, ni Dele Alli cuentan para sus clubes. Estos tres talentosos centrocampistas se han visto apartados de los terrenos de juego por diferentes motivos y ahora buscan un cambio de aires. Lo curioso de esto es que sus equipos no tendrán que buscar mucho, y es que la situación de todos podría quedar solucionada con un sencillo movimiento. Draxler acabaría en el Inter, Eriksen en el Tottenham y Dele Alli en el París Saint-Germain.
Empezando por el caso del alemán, no contaba para Tuchel, y tampoco lo hace para Pochettino. Solo ha disputado seis partidos esta temporada. A sus 27 años, su situación dentro del club parisino está yendo de más a menos, por lo que se encuentra buscando desesperadamente una salida para volver a sentirse futbolista, para recuperar las sensaciones que le hicieron salirse en el Wolfsburgo. Su destino, el Inter de Milán, pero para que esto suceda, el equipo italiano debería deshacerse primero de uno de sus centrocampistas. El elegido será Eriksen.
El jugador danés llegado a tierras italianas hace apenas un año, no ha conseguido maravillar como se suponía que iba a hacerlo una vez saliera del Tottenham. Su carrera se ha ido diluyendo y cada vez cuenta menos, de nuevo estaría en la rampa de salida para comenzar una nueva etapa. Lo curioso en todo esto es que su nuevo destino sería el lugar del que decidió salir. Mourinho lo quiere de vuelta porque quiere hacerlo partícipe de un proyecto ganador y competitivo. Pero para poder cumplir su deseo, antes tendría que salir otro jugador, este sería el caso de Dele Alli.
El joven centrocampista de 24 años está en la agenda del París Saint-Germain. El míster portugués no lo consiguió, pero Pochettino está seguro de que puede recuperar al habilidoso jugador inglés. Quiere volver a sacarle brillo juntándole con los mayores talentos del planeta. Y para que esto se produzca solo tiene que haber un movimiento: la salida de Draxler.
Así, el ciclo quedaría cerrado, con los tres entrenadores satisfechos y las necesidades de los clubes cubiertas de cara a conseguir la plantilla que querían.