El Bernabéu examina a Ancelotti y Pochettino: el banquillo, a un duelo

El Real Madrid no quiere quedarse en marzo con una sola competición, de hacerlo habrá consecuencias

Dicen ciertas voces prominentes en el Real Madrid que la continuidad de Carlo Ancelotti solo tiene una condición: ganar LaLiga, sin embargo esa es la marca mínima que está dispuesto a aceptar el club merengue con el italiano, pero no señalan las líneas máximas sobre las que quieren construir un súper equipo, que para nada puede jugar tan defensivo como se muestra el italiano. De ahí que la visita del PSG de Mauricio Pochettino se antoje básica en el futuro del míster transalpino.

Puede parecer pueril, de una lectura superficial o básica dejar descansar el futuro de la entidad en la imagen resultante de un solo partido, pero en cierta forma los resultados en el Madrid, por encima de cualquier otro parámetro, han sido siempre el camino a seguir, el faro, la luz. Ya ocurrió con Zinedine Zidane, que obtuvo potentes fracasos en su trayectoria como entrenador blanco, pero sin embargo consiguió el hito de la tres Champions League consecutivas, tras las cuales sí se escondían importantes dosis de juego rácano y fútbol directo.

Y con Ancelotti ocurre lo mismo: no era el elegido tras la marcha de Zizou, ni el segundo o tercero de ellos, para el banquillo y solo las múltiples negativas recibidas por el Madrid lo llevaron al banquillo. Ancelotti ha formado sus fortalezas en torno a un hecho: un bloque bajo compacto que no tiene reservas para darle la pelota al rival. Y esto en el Madrid, sin resultados, no se sostiene, llegan los pitos y la gente mira a la grada en busca de soluciones drásticas. Esto es el Madrid. Ya ocurrió con la infame propuesta en el Parque de los Príncipes, de ahí que la visita de los de Pochettino y, no lo olvidemos, el resultado de la eliminatoria, marquen el futuro de Carletto.

Si el Madrid gana y pasa, Ancelotti habrá aportado a su candidatura para la 22/23 importantes dosis protagonismo, pero si pierde y encima lo hace de forma clara, ya sea en resultado o juego, el italiano estará sentenciado. Lo curioso es que la directiva del club blanco pone especial atención en este duelo de Liga de Campeones, del 9 de marzo en el Santiago Bernabéu, porque no solo el entrenador local estará bajo la lupa, también el adversario, un Pochettino que tiene un examen en toda regla en el coliseo blanco. Si la propuesta parisina se hunde en Madrid, el club dudará con él. 

De modo que sí, a un partido se la juegan Ancelotti y Pochettino, de donde ha de salir el próximo entrenador del Real Madrid.