Di María se harta y mira su salida, Mbappé y otro crack le acompañarán

No corren buenos tiempos en el PSG

Tras un atisbo de recuperación tanto deportiva como institucional por la crisis originada en el último periodo estival, el PSG ha vuelto a manifestar lo que era un secreto a voces: el equipo no compite en Europa. Prueba de ello es la última derrota ante el Manchester United en el debut de ambos clubes en una nueva edición de la Champions League. Neymar Júnior, Kylian Mbappé y Ángel Di María sucumbieron de nuevo ante un equipo que visitaba París en una mala dinámica del equipo con varias de sus piezas claves muy lejos de su nivel óptimo.

A pesar de ello y como suele venir siendo habitual en los compromisos europeos de los franceses contra rivales de primer nivel, el atacante argentino fue el único que mostró su mejor versión. Pese a ser menos mediático que los otros dos espadas de las ofensivas galas, Di María siempre esta ahí para intentar tirar del carro, pero no está siendo acompañado ni por el brasileño ni por el francés. 

Si aparte de su bajo rendimiento tenemos en cuenta que Thomas Tuchel aún no ha sabido implantar un sistema de juego eficaz en el equipo, la crisis futbolística del club está siendo más acusada que nunca. En la Ligue 1 le da para ganar con lo poco que ofrece, pero la Champions es otra historia. La máxima competición europea te exige lo mejor cada partido, y lo mejor del PSG en los últimos tiempos está muy por debajo de meter miedo al resto de potencias continentales.

El problema radica en que los árboles no han dejado ver el bosque a Nasser Al-Khelaifi. El subcampeonato logrado en la última edición hizo parecer que el club no necesitaba refuerzos de primer nivel, aunque realmente no era así. Tuchel debería haber sido el primero en dejar el Parque de los Príncipes, ya que es imperdonable que un equipo que atesora a semejantes jugadores de tan alto nivel no sea capaz de proponer una idea de juego convincente.

Si el PSG jugó la postrera final fue porque en su camino se cruzaron rivales que no eran de primerísimo nivel, y aún así los galos sufrieron de lo lindo para terminar tumbando a sus adversarios.  Aún queda mucho tiempo para mejorar los aspectos más importantes del juego del equipo, pero Di María, Neymar y Mbappé no están por la labor de seguir siendo el hazmerreír de la competición año tras año y, si no cambia radicalmente la situación en París, el club podría quedarse en ascuas al finalizar la presente temporada.