Di María paga con ingratitud a Simeone, Griezmann se esfuma y Julián se convierte en João Félix
El Atleti cayó con estrépito fruto de las decisiones de su técnico, al que un amplio sector colchonero no defiende
Es complicado encontrar voces en grito en el Metropolitano contra el Cholo Simeone, sin embargo, las hay y estas puede que estén ganado fuerza y adeptos. Y las hay por esperpentos como el de ayer en el Estádio Da Luz, donde el Cholo salió a no ganar en su primera salida de Champions League y modificó su decisión al descanso no ya para detener el arresto del Benfica, sino para permitirle hacer lo que hicieron los Di María y compañía, despedazarlos con una goleada dolorosa y escandalosa a partes iguales en esta segunda jornada de la Liga de Campeones.
Por cierto, el extremo argentino, una pesadilla para los rojiblancos a sus 36 años, devolvió aquellas palabras de elogio de Simeone -vertidas en la etapa de El Fideo en el Madrid, donde, con sorna, elegía a su compatriota como el mejor jugador blanco en tiempos de CR7- con suma ingratitud: suyo fue parte del mérito de la goleada final. En verdad es cierto, Ángel Di Maria sigue siendo un jugador colosal, lo cual no puede servir de excusa para nada en la expedición roojiblanca.
Todo se vino abajo
Faltó Le Normand por causa mayor, y se notó; también Javi Galán, que, de nuevo, ni jugó; y Gallagher, que se comió lo más ingrato del duelo. Julián Álvarez, perdido en las modificaciones de posición, fue infructuoso, como Griezmann y un largo etcétera, y ante el desaguisado y la victoria momentánea lusa en el 45’ (1-0), Simeone decidió llevar al Atleti al desastre: quitó al paso por vestuarios de una tacada a Koke, Griezmann y De Paul para aportar más garra… y nada de fútbol. El desastre, con Di María al frente, fue total; el resto del relato se cuenta solo, lo cual siendo la UCL quizá sea más doloroso.
¿Y ahora qué?
El problema para el Cholo es que tiene plantilla para jugar mucho más al fútbol, jugadores que son emblemas mundiales como La Araña o El Principito, quien puede que la temporada que viene ya no esté, y una directiva que se ha gastado un pastizal en darle mimbres para subir mucho el nivel, de modo que cabe preguntarse qué pasará si lo de ayer se repite, si Julián, como le pasó a João Félix, no encuentra su sitio, si el Atleti se vuelve a quedar fuera de la lucha por los títulos y si, de suceder esto, además pasa demasiado pronto, o si, en definitiva, el club madrileño, lejos de crecer, se empequeñece.