De la desgracia nace la esperanza para Simeone y Luis Suárez: regreso

Antes de entrar en materia sobre esta posibilidad que empieza a tomar forma desde Inglaterra y que afecta directamente al Atlético de Madrid, y por ende al Cholo Simeone, entrenador colchonero, y Luis Suárez, estrella del equipo, hay que resaltar que no es, por ahora, más que eso: una opción; una que además es remota, pero conviene tenerla en cuenta de cara al mercado de fichajes. Pues bien, es posible que Jan Oblak sea uno de los objetivos prioritarios del Chelsea o incluso del Manchester United, lo que inevitablemente le hace al Atleti sopesar su salida y mirar posibles sustitutos. 

Y es que la opinión pública, y no solo la de España, considera al guardameta rojiblanco uno de los tres mejores porteros del mundo, lo que no pasa desapercibido para los gigantes de la Premier League, concretamente el Chelsea y el Manchester United, siendo este último especialmente crucial en este juego, ya que desea vender a David de Gea, que es precisamente la opción manejada por el Atleti si perdieran al esloveno.

Como decimos, es bastante improbable que Oblak abandone el Atlético de Madrid, ya que es un eje primordial en el esquema del Cholo Simeone, pero es posible. En este sentido, la fuente de toda esta iniciativa partiría de los dos equipos ingleses, los blue y los red devils, en base también al descontento del guardameta, que estaría buscando nuevos retos fuera de Madrid. Si así fuera, como decimos, la opción del club madrileño es De Gea, portero de la Selección española.

No es descabellado por tanto que sea el ex rojiblanco el elegido por los inquilinos del Wanda Metropolitano si estos no pueden detener la salida de Oblak. De Gea se ha criado en la cantera atlética, conoce LaLiga y al club colchonero, por lo que su adaptación sería sencilla. Unido a ello, en Old Trafford ya nadie duda de que será una de las salidas de este próximo verano, lo que cuadra a la perfección con una hipotética marcha de Oblak del Atlético de Madrid. Sí, Luis Suárez mira de reojo este movimiento de baluartes bajo palos y Simeone, que no quiere dejar ir a Oblak, al menos respira tranquilo con el sustituto.