CR7, Cannavaro y Leo Messi siembran la duda sobre el Balón de Oro
El galardón pierde credibilidad, una vez más
El séptimo Balón de Oro de Leo Messi ha convencido tan poco al mundo del fútbol que incluso el mismo jugador argentino veía a Robert Lewandowski como merecedor del galardón. Es más, pocos se creen que el argentino esta vez haya sido el mejor de una temporada, algo que ya era discutible con el de la albiceleste en 2010, donde le quitó el trofeo áureo a Xavi Hernández y Andrés Iniesta, motores del Barcelona que tanto dio a Messi. De esta forma el actual 30 del PSG se une a la leyenda negra del trofeo o al menos asi lo sienten las RRSS.
En Don Balón, entrando en el resbaladizo campo de la opinión, hemos sido poco crédulos con los criterios que deben convencer de que existen unas motivaciones tan fuertes y necesarias como para que deba valorarse por encima del resto a un solo jugador en un deporte de equipo donde, además, se tienen tan en cuenta los títulos colectivos, y la elección del argentino no hace sino ahondar en esta brecha. Y no por Messi, que es uno de los grandes de siempre, sino por el premio en sí y sus elementos subjetivos. Y hablamos de la ruptura entre prestigio del trofeo y su credibilidad ante la opinión pública, una que ya titubeo sobre el premio con ciertas elecciones de CR7, la de Cannavaro (ambos ex del Real Madrid) y tantos otros, porque es un asunto candente.
Más allá de certificar que Messi es uno de los grandes de la historia, lo cierto es que ni los números individuales ni los títulos grupales eran argumentos de peso para darle el trofeo esta vez. Es más, como decimos el mismo astro argentino hizo un llamamiento para que se lo dieran al polaco, que ya fue el mejor en 2019. De la misma manera tampoco convenció el sexto puesto de CR7, que poco menos que tuvo una decepcionante temporada con la Juve y Portugal, y por eso, y tantas cosas más (Jorginho, los criterios de la selecciones nacionales,...) el mundo del fútbol, entre aficionados y no pocos protagonistas, filtran que quizá, y ahora si hacemos hincapié en Messi y CR7, ambos genios gozan de unos privilegios que en ciertas campañas no se han ganado.
Si es discutible que Messi fuera el jugador más importante en 2010, más lo es que lo fuera en 2021; tal y como ocurrió con Cristiano Ronaldo en 2013, Fabio Cannavaro en 2006, Andriy Shevchenko en 2004 o Pavel Nevdev una temporada antes: Franck Ribery, Thierry Henry o Deco seguro que tienen algo que decir al respecto. Es cierto que siempre será respetable tratar de defender cualquier trinchera, pero no se aclaran temporada tras temporada los argumentos definitorios del galardón y parece que tanto el sudamericano como el luso han conseguido un asiento entre los mejores a perpetuidad, hagan lo que hagan. Aunque, claro, esta sentencia, como todo lo que rodea al Balón de Oro, es discutible; eso sí, lo que no lo es tanto es el aluvión de críticas en las redes sociales a la decisi´pon de France Football, y esto sí es objetivo: simplemente, los aficionados al fútbol tampoco se creen la elección.