Carlo Ancelotti sacude el vestuario: del Sheriff sale un señalado TOP

El Real Madrid sufrió ayer su primera derrota de la temporada y lo hizo con una imagen dañina para la memoria a corto plazo y de cara a lamer heridas en los próximos días, especialmente por lo visto durante los primeros 65 minutos. ¿Y por qué nombramos esos minutos? Porque coinciden con un cuádruple cambio que dio otro brío al Madrid; un empuje que aunque terminó en tragedia, en términos futbolísticos, dejó mejores sensaciones. Además, de toda esta película de terror en Champions League sale un claro señalado por Ancelotti; uno inesperado.

Y es que el Real Madrid evidenció ante el Sheriff un problema que lleva arrastrando con este jugador no desde este partido, sino desde otros (léase Villarreal), incluso desde hace bastantes temporadas, y este factor no es otro que la situación y dependencia de Casemiro, el eje inamovible que 'se quiere cargar' Carletto. Con respecto al duelo de ayer en la Liga de Campeones y sin ánimo de ventajismos hay que decir que el Madrid solo sometió a su rival desde el momento en el que Casemiro salió del equipo. Y no es la primera vez que ocurre.

El Madrid sin el brasileño es un equipo más acompasado en el flujo atauqe-defensa, más vertical, menos dado a guardar la ropa en campo propio y más predispuesto a llevar la inundación a campo contrario. Más reconocible en lo que respecta a la versión del Bernabéu, obligada a ganar y divertir. Pensarán que fruto de ello llegó el segundo gol moldavo, obra de arte de Thill, pero lo cierto es que sería faltar a la verdad si decimos que el primer tanto es la crónica de una muerte anunciada con el brasileño en el campo, mientras que el segundo es un accidente.

¿Esto significa que Carlo Ancelotti debe sentar al paulista? No y sí. El Madrid sin Casemiro y con un centro del campo más creativo es un equipo que defiende con las líneas más adelantadas, sobre el campo rival; un equipo que distribuye la pelota con más celeridad y calidad, que sirve más balones a sus jugadores de ataque y que, por ende, tiene más posibilidades de alcanzar el gol. Ayer mismo se vio. ¿Qué puede tal bloque sufrir perdidas y contragolpes?, desde luego, pero también el rival deberá recorrer más espacio sobre el campo hasta llegar a Courtois. 

En definitiva, en el Santiago Bernabéu hay quien piensa, entre ellos Carletto, que Casemiro es un arma incontestable en la contención y el bloque bajo, pero un recurso ineficaz cuando el equipo se parte, porque por momentos separa mucho las líneas e incrusta a la defensa junto al guardameta belga con su afán por preservar la rigidez defensiva. Y estas carencias técnicas y estructurales del brasileño son más evidentes sin Modric y Kroos o cuando el jugador, como ocurre en la actualidad, no está al cien por cien en lo físico. Así, Ancelotti en muchos partidos prefiere asumir riesgos en campo rival, ver como su equipo domina y lo cierto es que Casemiro no sirve para esa labor o es un recurso menos eficaz que otros tantos, ya que su capacidad de distribución y asociación es mucho menor que la de los Kroos, Modric, Isco, Camavinga, Marco Asensio… ¿Es una transformación en marcha? Desde luego que para muchos partidos así será, y no son pocos los que claman por ella en Chamartín.