Carletto y 7 años, cielo o purgatorio, del Maradona al infierno con Luis Enrique, Arteta y Guardiola

Los blancos están llamados a jugarse gran parte de sus opciones de ser primeros en Nápoles

Tras la victoria agónica del Real Madrid en la primera jornada de la Liga de Campeones ante el Union Berlin, los merengues han hecho los deberes, sin embargo la victoria del Nápoles, su gran rival en el grupo, en Portugal ante el Braga (1-2) cifra el próximo partido entre ambos equipos, que se disputará en el Diego Armando Maradona, como clave para el devenir de la primera plaza; es más, esos 90 minutos que no se repiten desde hace más de un lustro marcan el cielo o un infierno con demonios esperando de la talla de Luis Enrique, Mikel Arteta o Pep Guardiola.

Siempre favorable, pero es otro equipo

Pocas veces se han enfrentado el Nápoles y el Real Madrid en su historia, sobre todo porque la grandeza de los napolitanos se había ceñido, hasta la llegada de Victor Osimhen y Kvaratskhelia, a los golpes mágicos del, para muchos, mejor jugador de todos los tiempos, ese que pone nombre al estadio napolitano, Maradona, allá por lo 80; con todo, esos escasos choques han sido satisfactorios para los intereses del Madrid, que nunca ha perdido con los italianos. 

Con el 10 de Argentina, en el 87, vivieron su primera caída en eliminatoria ante los blancos los italianos; la última, más reciente, hace 7 años, en Champions. Y el Madrid necesita eso, una victoria que de tranquilidad en un grupo que parece franco para la clasificación pero que puede atragantársele a los de Chamartín al sur de Italia en lo que respecta a la primera plaza. Y ya se sabe, ser segundos equivale a una ruleta rusa donde entran balas mortíferas, unas que por ahora van desde Arsenal y PSG, a Bayern o City: es decir, muy mal negocio para octavos.

El próximo 3 marzo tendrá lugar el choque en el histórico recinto Gli Azzurri, donde los merengues presumiblemente no solo tendrán ya recuperados a Vinicius Júnior y Ferland Mendy, sino también al talento turco, Arda Güler. Por todo ello, para Carletto es clave este partido en la que fue su casa durante dos temporadas, de 2018 a 2020. Todo tan añejo, tan recurrente, como peligroso para el Real Madrid.