Carletto halla el problema 'top' y lo va fulminar: Güler y Modric lo saben; Flick y Simeone lo temen
La lesión de Brahim lo complica, pero la idea está en la mente de Carlo Ancelotti
La lesión de Brahim Díaz -de larga duración, en torno a tres meses- ha abierto de par en par las puertas de la titularidad de Rodrygo Goes en el partido de esta noche en el Santiago Bernabéu ante el Stuttgart (21.00, hora española), en el estreno de Champions League blanco, aunque eso solo enmascara la idea que viene sopesando Carlo Ancelotti respecto al jugador brasileño, sus lesionados y un equilibrio no hallado.
El cambio que quizá se pruebe, con Güler y Modric
Carletto posiblemente alinee ante los alemanes un once reconocible esta campaña, solo con la duda de Aurelian Tchouameni, que podría ser reservado por precaución (no lo creemos, seguramente salga de inicio); es decir, con Thibaut Courtois bajo palos, con bandas para Ferland Mendy y Dani Carvajal y centro de la defensa para Antonio Rüdiger y Eder Militao. Por delante formarán el francés, Jude Bellingham y Fede Valverde, mientras que el tridente de ataque será el conocido: Rodrygo, Mbappé y Vini. Al menos eso sucederá hoy, pero esto puede estar cerca de cambiar radicalmente.
El equilibrio; el contragolpe
Y ese cambio del que hablamos sería volver a un clásico, tanto en defensa como en ataque, 4-4-2, donde Vini y Mbappé hagan de estiletes con un Bellingham libre y descolgado del medio del campo, como hiciera la temporada pasada. Sobre ese once, donde podrían entrar Modric y/o Güler, se caería Rodrygo, que es el problema en sí del equipo ¿Por qué motivo? Sencillo, el equilibrio. El Madrid, si bien no ha encajado una gran cantidad de goles, ha recibido muchas ocasiones y sobre todo ha carecido del control del juego y no ha dispuesto de espacios, mientras que con un equipo fortalecido en la medular ganará posesión de balón en estático y contragolpe sobre un rival forzado tras el repliegue merengue, que es justo para lo que están diseñados Vini y Mbappé, para correr.
El problema está identificado
Sin Rodrygo en el once, sumando un centrocampista que será Camavinga, el Madrid será más compacto, más aguerrido, más contragolpeador. Podrán los merengues guardar y contemporizar, incluso desesperar a sus rivales, entre ellos al Barça de Hansi Flick y al Atleti del Cholo Simeone, que sin duda prefieren un Madrid abierto y expuesto, como en clave UCL pasa con su gran enemigo en los últimos años, el Manchester City. Es decir, con ese cambio, eliminado el ‘problema’ Rodrygo, el Madrid será un equipo más difícil de dañar, que se expondrá muy poco y concederá todavía menos. Un equipo, en suma, diseñado para maniatar la creatividad del adversario y desesperarlo con golpes certeros a la contra. Vamos, lo que funcionó la temporada pasada.